Ana: el dilema de elegir entre mamá Preysler y papá Boyer

Las portadas de las revistas del corazón de esta semana.

[dropcap]H[/dropcap]eredamos la genética, algunas veces mal que nos pese, y muchas cosas más. Ana Boyer sucede a su madre, Isabel Preysler, en esto del couché.

Fuiste la niña mimada de papá. Su ojito derecho. La más intelectual de los hijos de Isabel Preysler y la única con estudios universitarios. Eres licenciada en Derecho y Económicas. Todos te hacíamos trabajando como financiera o en un importante despacho de abogados. Pero no, has preferido la carrera de mamá, la de las portadas, anuncios y exhibiciones varias, a la de papá, sujeta a un despacho y al olor de las maderas nobles.

Aparentemente, es más cómodo el trabajo de mamá, pero querida Ana, tú mejor que nadie sabes que mamá Preysler siempre ha tenido que estar perfecta en su apariciones públicas. No la hemos visto en un renuncio en la vida. ¿Estás dispuesta a ese sacrificio por protagonizar la portada de Hola? Eres muy joven, poco más de 25 años, claro que con esa edad tu madre era madre de Chabeli, Julio José y Enrique Iglesias y estaba a punto de separarse del cantante, por lo que quizá has comenzado demasiado mayor en esto del couché. Insisto: ¿Sabes dónde te metes? ¿Ya presentando a novios en sociedad y repartiéndoos el parné que cantara la gran Lola Flores en María de la O?

Sea lo que sea, posar con tu novio, el tenista Fernando Verlasco, puede que le ayude a él, que quiere dedicarse al mundo del espectáculo, pero no sé qué opinaría tu padre sobre tu irrupción en pareja en la gran ventana de Hola, donde la foto está tan ‘filtrada’ que casi ni se os reconoce, no os habrán hecho retoques, que por edad no los necesitáis, pero favorecidos, favorecidos,… no estáis mucho. Bien es cierto que vuestra belleza no se acomoda a los cánones clásicos.

El resto del papel couché tiene mucho de cine, de Goyas, de vestidos largos, de noche glamurosa y de Genoveva Casanova. La ex esposa de Cayetano Martínez de Irujo tiene un discurso más cansino aún, que su empalagoso acento mexicano. Lo dicho, Genoveva, novia del ex ministro Michavila, y cogiendo un refrán de tu país: al nopal sólo se le arriman cuando tiene tunas o lo que es lo mismo y a modo de burla, a los que acuden a otros sólo cuando tienen la necesidad.

1 comentario en «Ana: el dilema de elegir entre mamá Preysler y papá Boyer»

  1. Querida periodista: ¡magnífica, como siempre! Pero me he quedado sin saber del drama de Antonio Banderas, ni qué tal le va a Rociito. ¿Podré dormir sin enterarme? Tú tendrás la culpa, por aficionarme al «couche».

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