En un notable cambio de tono, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado directamente al gobierno de Benjamin Netanyahu por la grave crisis humanitaria que asola Gaza. Afectado por las imágenes de la hambruna que sufre la población, especialmente los niños, Trump ha afirmado que Israel tiene «mucha responsabilidad» en la escasez de ayuda y que «puede hacer mucho más» para permitir la entrada de alimentos y suministros médicos.
Este giro en el discurso de su mayor aliado internacional se produce en un momento crítico, con cerca de 60.000 muertos en la Franja según fuentes sanitarias locales.
Durante una rueda de prensa este lunes, el mandatario estadounidense anunció el envío de 60 millones de dólares para comida y aseguró que su objetivo es «alimentar a los niños», describiendo la situación como «terrible».
Sin embargo, Trump matizó sus críticas a Israel manteniendo su duro discurso contra Hamás. Insistió en el argumentario israelí al afirmar que parte de la ayuda «la roba Hamás o alguien», lo que dificulta que llegue a la población civil. Asimismo, culpó a la milicia palestina de bloquear un posible acuerdo de paz al negarse a «liberar a los rehenes que quedan», a los que, según dijo, utilizan como «escudo».
Estas declaraciones llegan un día después de que Israel anunciara «pausas tácticas» de diez horas diarias en sus operaciones para, teóricamente, permitir la distribución de ayuda a través de rutas seguras desde Rafah.
A pesar de ello, fuentes locales denuncian que al menos una treintena de personas han muerto en Gaza durante las horas en las que, supuestamente, debían cesar los ataques.





















