El Tribunal Supremo ha dado un paso decisivo que deja al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a las puertas del banquillo. La Sala de Apelación ha confirmado su procesamiento por un presunto delito de revelación de secretos relacionado con la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
Según los magistrados, existen indicios suficientes para acusar a García Ortiz de haber orquestado la filtración a la prensa de un correo electrónico confidencial. En dicho correo, la defensa de Alberto González Amador, pareja de Ayuso, se ofrecía a pactar con la Fiscalía para reconocer dos delitos fiscales.
La investigación se centra en dos momentos clave: la filtración de ese correo y la posterior publicación de una nota de prensa por parte de la propia Fiscalía General del Estado en la que se daban detalles sobre esas negociaciones privadas.
La cronología de la filtración, clave para el Supremo
El auto del tribunal es contundente al señalar a García Ortiz. Los jueces argumentan que el correo electrónico llevaba días en un buzón general de la Fiscalía de Madrid, pero la filtración solo se produjo horas después de que el propio fiscal general reclamara personalmente que se lo enviaran en la noche del 13 de marzo. «Pensar que la filtración procediera de fuentes ajenas a la Fiscalía General […] parece completamente irrazonable», razonan los magistrados.
El tribunal detalla cómo la Cadena SER adelantó la noticia a las 23:25 de ese día, apenas dos horas después de que García Ortiz recibiera el correo. Minutos antes de la publicación, el fiscal general había solicitado más información a su equipo con un mensaje elocuente: «Los necesitamos para cerrar el círculo».
En cambio, la Sala ha archivado por unanimidad la causa contra la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez Fernández, al considerar que no hay pruebas de que cometiera ningún delito y que simplemente siguió las instrucciones de su superior.
Corregir una mentira no justifica el delito
Uno de los argumentos de la defensa de García Ortiz era que la nota de prensa de la Fiscalía solo pretendía desmentir informaciones «inveraces». El Supremo rechaza esta justificación de plano: «No se puede revelar un dato confidencial para rebatir un hecho que se considera incierto». En otras palabras, el fin no justifica los medios.
El borrado de mensajes, un indicio en su contra
Los magistrados también ponen el foco en el hecho de que el fiscal general borrara de su teléfono móvil todos los correos y mensajes de WhatsApp relacionados con el caso. Aunque García Ortiz alegó que seguía un protocolo de seguridad, el tribunal considera que esta acción «tuvo por finalidad ocultar la información ante una posible investigación».
El auto concluye con una dura advertencia: cuando un investigado destruye pruebas que podrían aclarar los hechos, no puede quejarse después de ver limitado su derecho a la defensa.
El Supremo sí ha descartado que existan pruebas de que el fiscal general actuara por indicaciones de la Presidencia del Gobierno o de que la filtración proviniera del entorno de la pareja de Ayuso, centrando así toda la responsabilidad en la actuación de Álvaro García Ortiz.






















5 comentarios en «El fiscal general, al borde del banquillo por la filtración del caso Ayuso»
Primero Begoña, después hermano de Sánchez y ahora el fiscal,penoso ver cómo hace las políticas la derecha,con juez a favor de M.Rajoy y queriendo llevarse al fiscal,la derecha hace sus políticas engañando,mintiendo,ofendiendo,se dejan ver mucho y no les conviene.Que vayan a por Montero que se ha llevado la pasta y ha engañado a los españoles.
Una de los jueces, el juez Hurtado amiguito de M.Rajoy,la trama que lleva la derecha contra el fiscal se deja ver demasiado.El fiscal no debe dimitir.
No se puede consentir que el asesor de Ayuso mienta y sea el precursor de esta trama contra el fiscal.
Lo de la justicia en España es para hacérselo mirar, aquí un correo electrónico que denuncia un bulo, ya publicó, termina con un fiscal general del estado en el juzgado, el promotor del bulo de rositas, el chorizo aún en la calle después de años de reírse de todos y la compañera sentimental del chorizo haciéndose la víctima, todo esperpéntico.
Palante Miguel Ángel Rodríguez,buleros,mentiroso,este personaje se dedica a ir contra el gobierno,pues las verdades del novio de la Presidenta no saben cómo desviar,otro que defrauda Hacienda,inventa facturas y pretenden salir de rositas.