El núcleo interno de nuestro planeta está cambiado, tanto de forma como de rotación. Nuevos estudios lo confirman, al tiempo que descartan la teoría de que el interior de Tierra sea una esfera sólida de hierro y níquel, con un tamaño aproximado al de Plutón -calificado por la ciencia como planeta enano-, tal y como se ha creído durante décadas.
Un artículo publicado recientemente en la revista científica Nature Geoscience habla de un núcleo terráqueo dinámico y en transformación desde hace unos 20 años. En concreto, se han detectado variaciones en su superficie, lo que confirma que no es completamente sólido, y que posiblemente han causado los fenómenos sísmicos y las modificaciones en la rotación terrestre, como las previstas para este verano.
Otra explicación posible radica en las interacciones entre el núcleo interno de la Tierra y las formaciones del manto inferior, es decir, la capa situada entre el núcleo y la corteza.
Las variaciones en el centro de nuestro planeta podrían hacer que la velocidad de rotación de la Tierra cambie, lo que puede llegar a reducir la duración de los días a lo largo del tiempo, aunque solo en una pequeña escala.





















