El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, pidió la colaboración ciudadana para evitar negligencias o actos delictivos que puedan desencadenar fuegos en un momento especialmente vulnerable en Castilla y León debido a las altas temperaturas. También valoró este miércoles el trabajo del personal de vigilancia y de la Guardia Civil, cuya presencia se ha reforzado.
Ical.- Asimismo, hizo referencia al uso de tecnología satelital y sistemas digitales para mejorar la detección de incendios, y alcaró que estos métodos no sustituyen, sino que complementan, la labor humana de vigilancia.
Suárez-Quiñones abordó la situación de los incendios forestales en la comunidad, en un contexto de alerta por las elevadas temperaturas y condiciones de riesgo. Señaló que, aunque diariamente se registraban entre 10 y 20 incendios, la rápida actuación del operativo de prevención y extinción estaba permitiendo controlar la mayoría con eficacia.
En ese momento, explicó solo permanece activo un incendio en la zona norte de León, con indicios de haber sido provocado intencionadamente, al igual que muchos de los registrados en la provincia de Ávila este año.
Programa Rehabitare 2025
El consejero hizo estas apreciaciones en el municipio burgalés de Rubena, escenario elegido para la firma del convenio correspondiente al programa Rehabitare 2025, una iniciativa impulsada por la Junta, en colaboración con la Diputación de Burgos, que tiene como objetivo la rehabilitación de viviendas municipales en desuso para destinarlas al alquiler social, con especial atención a jóvenes menores de 36 años.
El acto fue presidido por el consejero, quien destacó el simbolismo de celebrar allí la firma, ya que el año pasado el municipio fue beneficiario del mismo convenio y la vivienda reformada entonces ya está en uso. Finalizado el acto, se realizó una visita a dicho inmueble, cuya rehabilitación supuso una inversión conjunta de 50.000 euros, cofinanciada al 50 por ciento por la Junta y la Diputación.
Este año, junto a Rubena, se firmó el protocolo con otros cuatro municipios de la provincia, cuyos alcaldes también acudieron para formalizar su adhesión al programa. Según explicó Suárez-Quiñones, Rehabitare permite recuperar patrimonio habitacional en municipios con poca población, dinamizar la economía local mediante pequeñas obras a cargo de empresas de la zona y, sobre todo, fijar habitantes en el medio rural, objetivo prioritario para la Junta.
Viviendas rehabilitadas
Desde su puesta en marcha en 2015, el programa ha posibilitado la rehabilitación de 635 viviendas en Castilla y León, y está previsto alcanzar las 700 antes de que finalice la legislatura. En la provincia de Burgos, se contempla llegar a unas 70, dentro de una inversión total de 44 millones de euros a nivel autonómico, de los cuales varios millones se destinan específicamente a la provincia.
El consejero recordó que este tipo de viviendas, que muchas veces fueron antiguas casas de maestros, secretarios, sacerdotes o incluso de la Guardia Civil, se encuentran bien ubicadas y cuentan con un alto valor para los municipios. También subrayó que en muchos casos se han firmado convenios con los obispados para poder recuperar viviendas eclesiásticas en desuso.
Suárez-Quiñones concluyó destacando que Rehabitare es solo una de las muchas líneas de actuación en vivienda que mantiene activas la Junta, junto a otras como la promoción de viviendas protegidas para venta con descuento, ayudas al alquiler, avales hipotecarios para jóvenes o bonificaciones fiscales específicas en el medio rural.





















