Cinco años después de instalarse en Abu Dabi, el rey emérito Juan Carlos I ha saldado sus deudas. Según informa El Mundo, ha devuelto los más de cuatro millones de euros que un grupo de amigos empresarios le prestó para que pudiera hacer frente a sus obligaciones con la Hacienda española. Según dicha información, el emérito ha devuelto más de 4 millones de euros que habría obtenido gracias a los ingresos generados durante sus últimos años de residencia en Emiratos Árabes Unidos, por «la venta de derechos para documentales sobre su vida y su labor como intermediario en operaciones comerciales internacionales». Esta maniobra elimina cualquier posibilidad de que pueda ser acusado de haber suscrito préstamos ficticios.
El origen de esta deuda se remonta a finales de 2020 y principios de 2021. En ese periodo, Juan Carlos I presentó dos regularizaciones fiscales voluntarias: una primera de casi 700.000 euros y una segunda que superó los cuatro millones, para ponerse al día con el fisco.
Aquellos pagos estuvieron rodeados de polémica. La ley permite una regularización voluntaria siempre que no se haya iniciado formalmente una inspección o una investigación judicial.
Sin embargo, en el caso del emérito, la Fiscalía ya había abierto diligencias contra él. La controversia surgió porque sus asesores se negaron a recibir la notificación, lo que impidió que, sobre el papel, fuera informado oficialmente de la investigación y le permitió acogerse a este mecanismo.
Durante los últimos cinco años, Juan Carlos I ha mantenido su residencia en el golfo Pérsico, desde donde ha realizado visitas puntuales a España, la mayoría para participar en las regatas de Sanxenxo (Pontevedra).
Uno de sus viajes más notorios fue en septiembre de 2022, cuando asistió en Londres al funeral de la reina Isabel II junto a la reina Sofía y los reyes Felipe y Letizia.





















