?El aire acondicionado se convierte en uno de los mejores compañeros de viaje en los meses de verano, tanto para quien conduce como para el resto de ocupantes de un vehículo. Lograr una temperatura idónea dentro del coche conlleva un gasto extra carburante, un hecho que se suma al aumento de los precios para hacer del verano una de las estaciones con mayor desembolso en combustible. Pero siempre hay trucos que pueden ayudar a ahorrar.
Los vehículos cuentan, en la gran mayoría de los casos, con un botón destinado a hacer que el aire del interior recircule y se refrigere una y otra vez, sin necesidad de que entre desde el exterior (donde siempre estará más caliente). Esto hará que la temperatura baje de forma más rápida dentro con menor esfuerzo energético: hasta en un 30%. Se trata del sistema de recirculación del aire.
Al pulsar este botón, normalmente situado en el salpicadero, las entradas se cierran para impedir que el aire de fuera entre. Por ello, no solo es útil para lograr una refrigeración más ágil, sino para preservar el habitáculo cuando se circula por zonas con polvo (tramos en obras, por ejemplo) o humo (como en atascos). Incluso puede ayudar a mantener el interior libre de alérgenos.
Aunque, eso sí, conviene renovar el aire al menos cada cuarto de hora para asegurarse de no estar respirando un exceso de dióxido de carbono, lo que podría producir somnolencia, con el consecuente peligro que dormirse al volante puede tener.





















