El Rapto de Europa reconquista su belleza, al menos la escultura que en su día firmó Agustín Casillas y ha restaurado Miguel García.
El restaurador explica que El Rapto de Europa se encontraba en un estado de aparente normalidad, entendiendo el deterioro normal de este tipo de imágenes expuestas a la intenperie, además de estar envueltas por el entorno vegetal del propio parque de La Alamedilla.
Lo primero que le llamó la atención a Miguel García fue que la escultura no era de un tono blanquecino. Al aplicar técnicas acuosas para la limpieza de los líquenes observó que esa superficie original de la obra se refrescaba y adquiría un tono pastel. «Esto es debido a que la propia imagen había perdido su protección y debía ser recuperada después de una concienzuda limpieza. Además se podía apreciar una pintada vandálica o tag en la grupa del propio animal, entre el hormigón y una capa de repinte blanquecina», descubrió el restaurador.
Entre los aspectos enumerados, la aparición de microvegetación en la escultura, no solo ha provocado un deterioro de la imagen, también el desprendimiento puntual de esa capa de repinte blanquecina y se determinó llegar a conseguir recuperar el estado de la obra más próximo a la intención del autor, Agustín Casillas.

Después de la limpieza se sellaron las grietas en puntos críticos de unión y se empleó resina epoxy de forma puntual en algunas pérdidas que habían sido provocadas por la oxidación de la estructura de hierro en su interior, que además había sufrido oxidación
Esta restauración ha permitido visualizar de un modo más evidente el modo de trabajar del artista, su empleo del hormigón en el proceso de creación y las distintas variantes, como en este caso al ser comparada con La mujer tendida -escultura que también restauró Miguel García y se encuentra en La Alamedilla- empleando un hormigón pigmentado para dar ese aspecto terroso. Además ha permitido poner atención en algunas curiosidades en torno a la formación de la propia imagen y su técnica.
Miguel García cambia sus aparejos de restaurador para centrarse en su nuevo reto: El Escudo de Salamanca, realizado en piedra arenisca, también situado en el mismo parque con necesidades de limpieza y consolidación.






















1 comentario en «El Rapto Europa ‘reconquista’ su belleza»
¿Qué pasó con las dos esculturas de piedra de Villamayor que hubo en la Plaza de España? Eran dos figuras de hombre y mujer en desnudos recatados que cuando modificaron la plaza desaparecieron sin que nunca se explicara su destino. Quizá se destruyeron o quizá reposen en algún triste almacén o en un jardín privado.
Quizá alguien investigue y deshaga este misterio.