Un incendio declarado en la Mezquita-Catedral de Córdoba durante la noche del viernes ha causado daños significativos en tres capillas, una de las cuales ha sufrido el derrumbe de su techo, pero el templo se ha reabierto al público. El fuego, que se originó en una sala de almacenamiento, fue controlado por los bomberos tras más de una hora y media de intensas labores, evitando una catástrofe mayor en uno de los monumentos más importantes del país.
El suceso comenzó sobre las 21:15 horas en la capilla número 37, utilizada para guardar material de limpieza como barredoras eléctricas. Las primeras investigaciones apuntan a que un fallo en uno de estos aparatos pudo ser la causa del fuego. Las llamas dañaron gravemente esta estancia y se extendieron a otras dos zonas: la capilla de la Anunciación, cuyo techo de vigas de madera colapsó, y la de San Nicolás de Bari.
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, explicó que el derrumbe se debió a la combinación del fuego, que debilitó la estructura de madera, y «el propio peso del agua que se utilizó en las cubiertas para impedir que el incendio se extendiera». A pesar de la aparatosidad de los daños, que afectan a unos 50 metros cuadrados de cubierta de los 13.000 que tiene el templo, las autoridades han hecho un llamamiento a la tranquilidad.
«Los daños son significativos, pero están muy localizados y no han afectado a la estructura general del edificio», aseguró el alcalde, quien añadió que «se evitó una catástrofe que habría supuesto perder toda la Mezquita-Catedral».
Por su parte, el deán de la Catedral, Joaquín Alberto Nieva, precisó que la zona del derrumbe abarca unos 25 metros cuadrados y se encuentra en un área de menor valor patrimonial, correspondiente a la ampliación de Almanzor. Aunque se han visto afectadas algunas obras escultóricas y pictóricas, como «la caída de alguna imagen que se ha desprendido del retablo», el impacto general, insistió, «es muy localizado, realmente es muy poquito».
El jefe de bomberos de la ciudad, Daniel Muñoz, destacó la dureza de los trabajos de extinción. «Afortunadamente, pudimos sectorizarlo y cortarlo, de manera que no se propagó por el resto de las vigas a las distintas capillas», afirmó. Uno de los bomberos tuvo que ser atendido por un golpe de calor, pero se encuentra en buen estado. La Policía Científica investiga este sábado el lugar de los hechos para esclarecer por completo las causas del incendio.
