Los vecinos del barrio de los Labradores -calle Pérez Oliva- se vieron sorprendidos con la llegada de una dotación de Bomberos de Salamanca y varias patrullas de la Policía Local sobre la medianoche.
Una llamada alertó de un desprendimiento en uno de los balcones del número 21-23 de la calle Pérez Oliva, que podía causar lesiones a los viandantes o a los vehículos estacionados en el lugar.
Los bomberos subieron en la cesta y sellaron el balcón para evitar que se desprendiesen más piedras.
El trabajo desarrollado por los bomberos causo expectación entre los paseantes y las personas que disfrutaban de la calurosa noche de sábado en las terrazas de los establecimientos de la zona.
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