El Gobierno de España ha lanzado una seria advertencia al Ayuntamiento de Jumilla (Murcia): actuará con todos los medios legales a su alcance para paralizar la decisión de prohibir celebraciones religiosas en sus instalaciones deportivas, una medida que afecta directamente a la comunidad musulmana. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha calificado el acuerdo municipal de «claramente anticonstitucional» y ha garantizado que el Ejecutivo «no va a permitir ninguna discriminación».
La polémica se originó por una moción de Vox, apoyada por el PP, que prohíbe el uso de recintos deportivos para cualquier actividad no deportiva. En la práctica, esto impide que los musulmanes de la localidad celebren allí festividades como el fin del Ramadán, algo que venían haciendo en años anteriores.
El ministro Bolaños ha anunciado que el Gobierno ya ha enviado un requerimiento al Ayuntamiento para que rectifique. Si no hay marcha atrás, ha asegurado que se tomarán «las acciones legales que sean necesarias», sin adelantar si se llegará a la vía judicial.
Bolaños acusa al PP de ser «cooperador necesario» de Vox
Más allá de la advertencia legal, Bolaños ha elevado el tono político, acusando a Vox de intentar «fracturar la convivencia» con discursos de odio. Sin embargo, ha dirigido su crítica más dura hacia el Partido Popular, al que ha calificado de «protagonista y cooperador necesario» en este «comportamiento excluyente y discriminatorio».
«Nos gustaría tener una derecha europea y moderada, pero la realidad es que, en episodios como este, el PP va de la mano de Vox para discriminar y vulnerar la Constitución», ha sentenciado el ministro.
La Iglesia Católica interviene: «Un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano»
A la controversia política se ha sumado una voz de gran peso moral: la del cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, José Cobo. En una reflexión pública, y en clara alusión a la polémica, ha defendido la libertad religiosa como un pilar fundamental que el Estado debe proteger.
El cardenal Cobo ha recordado que la migración enriquece el tejido social de España y ha dejado una contundente afirmación que resuena con el debate de fondo: la acogida al diferente es un principio ético esencial.





















