El incendio forestal de La Alberca, activo desde la noche del lunes en las inmediaciones del puerto del Portillo, alcanzó este jueves el nivel dos en el Índice de Gravedad Potencial del Infocal por “grave riesgo para al población y bienes no forestales”, según comunicó la Consejería de Medio Ambiente. El fuego, que llegó a darse por controlado durante la madrugada del miércoles, se reactivó este jueves, a las 11.17 horas con mayor virulencia y dos horas después la Junta confinaba la población en sus casas, para que no entorpecieran la labor de los profesionales que combatían las llamas.
Hasta 24 medios, aéreos y terrestres, trabajan en la zona para sofocar el fuego, en un operativo que ha llegado a contar con hasta 40 medios. Tres helicópteros sobrevuelan el corazón de la Sierra de Francia, mientras operan, a pie de monte, ocho autobombas, cinco agentes medioambientales, dos cuadrillas terrestres, dos brigadas helitransportadas, dos técnicos y un bulldozer, entre otros.
El Ayuntamiento del municipio, reclamó a través de sus perfiles en redes sociales que los vecinos hagan “caso estricto” a la Guardia Civil y pidieron a los propietarios de las parcelas que “cierren puertas y ventanas” y se refugien en el pueblo.
La cercanía de las llamas al pueblo ha determinado la declaración del Índice de Gravedad 2 poco tiempo después de su detección.
A pesar de la rápida actuación del operativo, la difusión del fuego por una zona de pinar ha acelerado las llamas próximas al municipio. El incendio está compuesto por dos flancos, el flanco derecho, que está estabilizado y el flanco izquierdo, el más peligroso de los dos dada su direccionalidad hacia el pueblo.
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— METEOSALAMANCA ? (@METEOYAYI) August 14, 2025
? Se declara un nuevo incendio forestal en La Alberca! #Salamanca
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Paralelamente, se ha decidido confinar preventivamente a la población de La Alberca y de las urbanizaciones cercanas al incendio en sus respectivas casas y de evacuar a los turistas que se encuentren en el municipio. Esta decisión no nace, por el momento, como consecuencia de la peligrosidad del fuego, sino de la necesidad por parte de los trabajadores de que haya la menor cantidad de gente ajena al operativo posible en los puntos donde trabajan en la extinción.
Fotos: Ical/Vicente






























