Opinión

Poesía y música para creer en el futuro

Una personas sostiene tierra y una planta. Imagen de Chil Vera en Pixabay

Corren tiempos difíciles, propicios para caer en la desesperanza y, para quienes tenemos hijos, pensar inevitablemente cual será el futuro que les espera, que mundo les tocará vivir y como lo afrontarán. Incluso en los momentos de mayor desesperanza surge la pregunta acerca de si les hemos hecho un favor al traerlos a este mundo y educarlos para que sean buenas personas, si no les habremos privado de los mecanismos necesarios para sobrevivir en la jungla en la que se ha convertido el mundo.

Hasta hace no mucho tiempo, cuando la desesperanza era insufrible recurría a Juan Goitisolo y a su poema Palabras para Julia, que recoge los consejos para la vida que le da un padre a su hija. Les invito a escuchar el poema entero en la voz de Paco Ibáñez en el link que acompaña a esta columna.  Algunos de sus versos son un verdadero canto a la vida y a la resistencia:

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría
que les ayude tu canción
entre tus canciones…

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Recientemente asistí emocionado al concierto de Rozalen en Ledesma. Entre sus preciosas canciones hubo una, dedicada a su sobrino, que me emociono especialmente. Se titula La cara amable del mundo, y es, como Palabras para Julia un canto a la esperanza. También les invito a escucharla con calma en el segundo link que acompaña a esta columna. Algunas de sus estrofas dicen así:

Bienvenido a la jungla
Ojalá una infancia feliz
Mantenga viva tu cordura
Te confieso que me aterra
Que formes parte de la aventura

Ojalá sepamos mostrarte
La cara amable del mundo
Y te abrace entre algodones
Cada noche un sueño profundo

No compitas, no envidies
No hace falta ganar el oro
Sé buena gente, haz lo que sientes
Y ofrece el hombro

Ojalá nunca seas de nadie
Ni tú poseas a nadie
.

Ambos poemas, transformados en canciones, traslucen la inquietud, e incluso el miedo, ante el futuro, pero también son un canto a la esperanza y a reafirmar los valores individuales y colectivos que nos sirven para creer que un futuro mejor es posible y que nuestros hijos sabrán afrontar las dificultades, pero que se deben mantener firmes en la creencia de que un mundo mejor es posible, pero que tendrán que luchar para que así sea.

Miguel Barrueco Ferrero, médico y profesor universitario

@BarruecoMiguel

1 comentario en «Poesía y música para creer en el futuro»

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