Lucía Risueño es licenciada en Psicología Social y del Trabajo: mejorar la vida de las personas en su vida laboral – PRL y está preparando su tesis doctoral sobre “La Ergonomía Laboral Preventiva: más allá de la Ley de Prevención”, es técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales y asesor de trabajadores y empresas
La Prevención de Riesgos Laborales (abreviando, PRL) es tan necesaria como rechazada, quizás por resultar bastante desconocida en su trasfondo.
Por la premura de tratar de evitar los accidentes, se ha forzado su ejecución, a través del miedo a las sanciones de las Instituciones (debido al incumplimiento legal), así como a la comercialización de servicios externalizados que no consiguen motivar lo suficiente para lograr la implicación que requiere su integración, en la gestión del qué hacer diario.Tanto empresarios como trabajadores la rechazan porque personas externas vienen a decirles cómo hacer mejor su trabajo, que llevan haciendo durante décadas. Obvio que así no resulta efectiva.
Trataremos de explicar desde aquí, cuestiones relacionadas con este ámbito que nos harán ver lo cercano que nos resulta y lo negativo de no tenerla en cuenta, aportando información, sucesos, anécdotas, reflexiones, análisis, etc.
Verán ustedes que la PRL es muy “de lógica”, cuando un técnico nos pide que si tocamos la electricidad nos hará daño, que un producto químico si es tóxico, es malo para nuestra salud, o que si dejamos objetos por el suelo podemos tropezar y caer, pensaremos: “pues claro, eso ya lo sabía yo”. Pero, precisamente, es esa la función que tiene: hacer lo evidente, consciente; porque de la inconsciencia y el exceso de confianza, surge el accidente o la enfermedad, y a veces, cuando nos damos cuenta, es demasiado tarde, el daño ya está hecho y la vivencia desagradable de la víctima, empresarios, compañeros, familiares y amigos, es inevitable.
Salamanca, además, ha vivido un 2014 con resultados muy negativos en este sentido. Por eso, pensamos que debemos hacer hincapié y seguir comunicando que hay una mejor forma de hacer las cosas, y no es otra, que esa que elimina la posibilidad de que una persona se lesione o enferme mientras trabaja. No tiene sentido seguir en la misma línea, el cambio, es necesario.
Más información en: Asesoría en Prevención de Riesgos Laborales




















