La buena noticia que los enemigos de las elevadas temperaturas estaban esperando por fin ha llegado. A las 23:59 horas del viernes finalizará la alerta ante el riesgo de temperaturas máximas declarada desde el pasado día 3 en Castilla y León por la Agencia de Protección Civil y Emergencias de la Junta de Castilla y León 112. Este último organismo lo confirma en sus redes sociales.
Las temperaturas se han suavizado notablemente: atrás quedaron los casi 40 grados que Salamanca estuvo a punto de alcanzar, para dar paso a cifras inferiores a los 30 grados. Así, para este fin de semana, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que los termómetros en la capital charra alcanzarán los 28 grados, en el caso del sábado, y los 26, el domingo, con unas mínimas de 13 y 12 grados respectivamente. El lunes, incluso la máxima bajará, hasta llegar a los 23 grados, y se esperan 10 de mínima.
Al mismo tiempo, con el cambio de mes se producirán también novedades meteorológicas, pues el 1 de septiembre de 2025 arranca oficialmente el otoño meteorológico en el hemisferio norte. “De esta manera, despedimos el verano meteorológico, el periodo más cálido del año, y damos la bienvenida al otoño climatológico, un concepto que define la entrada de un nuevo periodo con condiciones más templadas y húmedas de transición hacia el invierno”, explica la Aemet en su web.
“El otoño meteorológico se define atendiendo a criterios climatológicos y comprende los meses completos de septiembre, octubre y noviembre”, mientra que el otoño astronómico “comienza con el equinoccio, que este año se producirá el 22 de septiembre a las 14:20 (hora peninsular), según el Observatorio Astronómico Nacional”.
En todo caso, los dos “reflejan la transición entre el verano y el invierno, pero desde enfoques distintos: el meteorológico busca facilitar la comparación de datos climatológicos, mientras que el astronómico se basa en la posición del Sol respecto al ecuador”.
La previsión estacional de este otoño “apunta a que tendremos un periodo más seco de lo habitual para esta época del año en España. Sin embargo, este hecho no elimina la posibilidad de episodios de lluvias torrenciales. Septiembre es, de hecho, un mes especialmente propenso a la formación de danas en el Mediterráneo, cuando el mar aún conserva calor acumulado del verano”, añade la Aemet.
“La irrupción de aire frío en altura puede desencadenar tormentas muy violentas en pocas horas, con acumulados que generan inundaciones”, advierte.
