El curso escolar está a punto de comenzar, con más profesores interinos que en el pasado y con dos centros educativos menos en la provincia salmantina, ya que las escuelas de Mogarraz y San Martín del Castañar cierran sus aulas por falta de alumnos. “Es una lástima, porque cuando se pierde el colegio en un pueblo se pierde una buena baza para atraer población joven”, lamenta el responsable del sector de Educación de CISF Salamanca -principal fuerza sindical docente en Castilla y León-, Sergio Vaquero quien, en pleno inicio de curso, hace un hueco para contar a La Crónica de Salamanca cómo se presenta el retorno a las clases.
“Estamos empezando y todavía es pronto para hacer un análisis. En muchos centros aún faltan docentes, que esperamos vayan llegando estas primeras semanas de septiembre. Son fechas para ajustar los horarios, los grupos…”. Lo que sí confirma es que este año habrá más docentes interinos.
A este respecto, explica que “sigue subiendo el porcentaje de interinidad” pues “el año pasado teníamos un 18,79% de interinos y este año un 19,51%, lo que hace que en lugar de encaminarnos a cumplir con lo que nos pide Europa (un 8%) estemos alejándonos cada vez más. Al menos en Castilla y León”.
Sobre posibles soluciones ante esta situación “la primera, seguir convocando oposiciones con una oferta de empleo más alta que la tasa de reposición”, apunta. “Tenemos que ser conscientes de que estamos en un momento en el que muchos funcionarios públicos que nacieron en la época del llamado baby boom -que tuvo lugar en España entre 1958 y 1975, aproximadamente- se están empezando a jubilar”.
“Por tanto, en los próximos años se prevé que el número de jubilaciones sea alto. Parece, comparando con épocas anteriores, que el número de plazas que se convocan son muchas, pero en realidad solo están cubriendo jubilaciones. Reducir la tasa de interinidad requiere de una oferta de empleo más ambiciosa”, sostiene Vaquero.
Oposiciones más efectivas
También sería necesario, según agrega el responsable, “revisar el sistema de oposiciones” para “valorar por qué tenemos profesores que son válidos para dar clase año tras año en la educación, pero no son suficientemente buenos para ser funcionarios de carrera”.
De igual modo, apunta que “es común ver casos de interinos que aprobaron uno, dos o incluso más años las oposiciones con notas altas en muchos casos y, al haber una oferta de empleo muy baja, ese año se quedan sin plaza. Y en otro año, con notas mucho menores, otros compañeros han aprobado a la primera”.
“Dignificar la función docente para evitar un trasvase al sector privado”, con el fin de “intentar atraer a los mejores” es otro de las recomendaciones para mejorar la situación, según Vaquero.
“Cada vez hay menos niños”
De cara al futuro, y ante la pregunta de si se podría decir que en algún momento llegarán a sobrar centros o profesores, el docente expone que la disminución de la natalidad y el incremento de la migración a otras comunidades autónomas es preocupante. “En definitiva, cada vez hay menos niños. La previsión no es nada optimista”, advierte.
Sobre cómo tratar de paliar estas circunstancias, defiende, como fórmula para “fijar población”, mejorar el empleo, “tanto el número como la calidad, entendiendo por calidad salarios y estabilidad fundamentalmente. De manera que lo primero es buscar soluciones a ese problema”. “Somos una región ‘exportadora’ de capital humano, de manera que el problema aquí entiendo no es la formación, hay que buscar soluciones para atraer a empresas”, apostilla.
En relación con el descenso de natalidad, “si bien no es deseable, puede ser una oportunidad para reducir las ratios en las aulas, como llevamos reclamando desde hace mucho tiempo. Es una de las mejores medidas que se podrían tomar, tanto para mejorar la atención al alumnado como las condiciones de trabajo de los docentes”, en opinión de Vaquero.

Aprendizaje de idiomas
En cuanto a uno de los puntos débiles que habitualmente se le achaca a la enseñanza pública, el aprendizaje de idiomas, Vaquero garantiza que la calidad ha mejorado. Ahora “no tiene nada que ver”, por ejemplo con los tiempos de la EGB. “La experiencia ha llevado a ir viendo qué funciona y qué no, eso ha implicado cambios en las metodologías y también en la formación de los profesores. Todo conlleva un cambio de enfoque en las aulas, quizá, buscando una enseñanza más práctica”, aclara.
Alumnado con necesidades especiales
Al tratar de contestar a si en este nuevo curso escolar habrá apoyos suficientes en las aulas salmantinas para el alumnado con necesidades educativas especiales, el responsable del sector de Educación de CISF Salamanca reconoce que “la respuesta a eso no es fácil” y que “la preocupación por este alumnado es muy alta”.
“Se procura, en cuanto se detectan problemas, que esos niños tengan la atención que precisan, pero hablando con los compañeros en muchas ocasiones les gustaría tener más horario disponible para ellos”, relata.
“Por otro lado, la normativa a veces dificulta la atención a determinados casos. Por ejemplo, los alumnos con trastornos de déficit de atención o hiperactividad. Nuestra pelea por un lado es reducir la ratio profesor/alumno en estos casos, para conseguir más horas de apoyo y por otro lado, que se revisen las casuísticas de alumnado que puede recibir estos apoyos. Recientemente hemos firmado un preacuerdo de mejoras del profesorado en el que se contempla la revisión y ampliación de estas categorías”, adelanta Vaquero.



















