El Gobierno de Pedro Sánchez ha calificado de positiva la reunión mantenida en Bruselas entre el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el líder de Junts, Carles Puigdemont. Varios ministros han coincidido en presentar el encuentro como parte de una nueva etapa de diálogo y normalización institucional en Cataluña.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, afirmó que la reunión se inscribe en la ronda de contactos que Illa está manteniendo con los expresidentes catalanes. «Es un paso más en la normalización política, institucional y social», declaró Bolaños, quien subrayó que la estrategia del Ejecutivo se basa en «buscar puntos de encuentro entre diferentes».
Bolaños insistió en que el diálogo es fundamental para «superar una tensión insoportable» que marcó la política catalana durante años. Además, desvinculó por completo este encuentro de cualquier negociación relacionada con los Presupuestos Generales del Estado o con otras leyes en trámite.
Otras voces del Ejecutivo se sumaron a esta valoración. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, celebró la reunión como una «buena noticia» y una señal de «salud democrática», destacando que «el diálogo entre diferentes siempre ayuda». Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, interpretó la imagen del encuentro como una prueba de que «la convivencia, la tolerancia y el respeto mutuo ya están en Cataluña» y demuestran una voluntad de seguir avanzando.





















