China ha celebrado este miércoles el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico con una imponente demostración de fuerza militar en la plaza de Tiananmen. El presidente chino, Xi Jinping, presidió el acto flanqueado por sus homólogos de Rusia, Vladímir Putin, y Corea del Norte, Kim Jong-un, en una imagen que proyecta un frente común ante las tensiones con Occidente.
Durante el desfile, Pekín mostró algunos de sus avances tecnológicos más sofisticados, incluyendo drones de combate equipados con inteligencia artificial, nuevos misiles hipersónicos antibuque y el misil intercontinental DF-61. También se presentaron por primera vez unidades de las Fuerzas Armadas dedicadas a la ciberguerra y las operaciones espaciales.
En su discurso, Xi Jinping destacó la «gran contribución» de China a la paz mundial y advirtió que la humanidad se enfrenta de nuevo a la disyuntiva entre «la paz o la guerra».
Putin y Kim refuerzan su alianza militar
En los márgenes del desfile, los líderes de Rusia y Corea del Norte mantuvieron una reunión en la que reafirmaron su estrecha cooperación militar. Kim Jong-un prometió seguir ayudando a Rusia «en todo lo que necesite» y calificó su apoyo como un «deber de hermano».
Ambos líderes enmarcaron su colaboración en la «lucha conjunta contra el neonazismo moderno», en referencia al conflicto en Ucrania. Putin agradeció públicamente la participación de las tropas norcoreanas en la reciente expulsión de las fuerzas ucranianas de la región de Kursk, elogiando su «heroica» actuación y asegurando que Rusia «nunca olvidará» a las víctimas norcoreanas.
La reunión consolida el acuerdo de defensa mutua que ambos países firmaron en junio de 2024. Por su parte, el Kremlin negó las acusaciones de Estados Unidos de que la cumbre a tres bandas en Pekín represente una «conspiración» en su contra.





















