La Comisión Europea ha sancionado este viernes a Google con una multa de 2.950 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado de la tecnología publicitaria. Bruselas acusa al gigante tecnológico de favorecer a sus propios servicios de publicidad en detrimento de sus competidores, una práctica que perjudica tanto a anunciantes como a medios de comunicación digitales.
Según el Ejecutivo comunitario, Google ha utilizado su poder en el sector para crear un conflicto de intereses que va en contra de las normas de competencia de la Unión Europea. «Este es un comportamiento ilegal», afirmó en un comunicado Teresa Ribera, vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Competencia.
La decisión pone fin a una investigación que comenzó hace cuatro años. Ahora, Google dispone de 60 días para presentar a la Comisión una «solución seria» que corrija estas prácticas y garantice la igualdad de condiciones en el mercado.
Ribera ha sido tajante al advertir que si la compañía no toma medidas contundentes, Bruselas «no dudará en imponer fuertes medidas». Y añadió: «Cuando los mercados fallan, las instituciones públicas deben actuar para evitar que los actores dominantes abusen de su poder».




















