Tenían prisa y no podían esperar o decidieron parafrasear el refrán de: ‘donde comen dos comen cuatro’. En este caso, donde cogen cuatro, qué más da que suban cinco. Pues no.
Lo cierto es en el ascensor ubicado en el número 30 de la Gran Vía no pueden subir más de cuatro personas -se entiende que adultos con pesos medios-.
Tanto es así, que a eso de las 02.07 horas de esta madrugada de sábado, un grupo de vecinos pensó que el ascensor podía con ellos, pero a medio ‘viaje’ se paró y tuvieron que llamar a los bomberos.
Hasta la céntrica avenida acudió una dotación de bomberos que rescató a los cinco ocupantes.




















