Algo más de un mes desde que comenzaron los obras para arreglar el carril bici -fue el 29 de julio- «perfectamente planificadas», según el Ayuntamiento, para empezar por los tramos más deteriorados y continuar gradualmente hasta llegar a los menos estropeados después de un exhaustivo análisis con cuatro niveles de prioridad. Parece que los planes -parafraseando al líder de la banda de la mítica serie de los 80′ Equipo A– no han salido bien.
La asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca denunció que el primer tramo por donde se empezaron los arreglos estaban en buen estado, tanto de pintura como de firme y que, salvo excepciones, la calidad del carril bici era aceptable.
«Solo habíamos observado unos baches -horribles y hasta peligrosos- en la avenida José Núñez Larraz. Baches que por cierto han sido reparados muchas veces, pero parece que no atinan con el arreglo. También en la avenida de los Cipreses hay unas decenas de metros onduladas», ironizan desde la asociación.
El problema es que los árboles han levantado el hormigón, pero en este caso no se puede culpabilizar a los árboles por hacer lo que tienen que hacer: crecer, sino a la mala ejecución de la obra. «Pedimos que cualquier arreglo que se realice, que proteja a los árboles», matizan desde Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
La posible solución que dan desde la asociación es situar el carril bici en uno de los cuatro carriles de la calzada.
Otro ‘desperfecto’ se sitúa en el cruce de Ignacio Ellacuría con José Núñez Larraz, con un escalón peligroso de unos ocho centímetros, que según la asociación «urgente corregir. Y poco más».
A finales de julio, varios concejales acudieron a ver cómo iban las obras en la avenida Padre Ignacio Ellacuría. «Se hicieron la foto y desaparecieron las autoridades y los operarios«, puntualizan desde la asociación.
Miembros de Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca recorrió el pasado 3 de septiembre prácticamente todo el carril bici. «No se veía la obra por ningún sitio. Ni siquiera acabaron la mano de pintura que empezaron en avenida Padre Ignacio Ellacuría que se ha quedado a medias», denuncian.
No obstante, la asociación reconoce que no es partidaria de pintar con frecuencia el carril bici, especialmente allí donde está separado de peatones y coches. «La pintura siempre es muy contaminante y por lo tanto, solo debe de usarse cuando es imprescindible. Aún las más ecológicas se degradan en microplásticos», advierten.
«Mientras tanto, lo que es realmente importante, la creación de una auténtica red de carril bici, sigue sin abordarse. Ningún plan a corto plazo para ir tejiendo esa red coherente y segura de carril bici, pues aunque haya en Salamanca 126 km, el circuito no es funcional. Lo que hay es más un circuito deportivo y de ocio. Así nunca se conseguirá que un porcentaje significativo de salmantinas y salmantinos nos desplacemos de forma rutinaria a nuestro trabajo o a nuestras tareas cotidianas en bici», concluyen.



















