¿Vuelven los anuncios de apuestas? Claves para entender el nuevo escenario publicitario

El debate sobre la publicidad del juego online ha regresado a España tras la reciente decisión del Tribunal Supremo de anular parcialmente el Real Decreto 958/2020, la normativa que restringía de manera severa la promoción de las casas de apuestas.

Desde su entrada en vigor, esta regulación limitó de forma drástica la presencia de anuncios en medios de comunicación, plataformas digitales y eventos deportivos, con el objetivo de proteger a los consumidores más vulnerables.

La sentencia ha reabierto un escenario, eso sí, lleno de interrogantes. ¿Qué significa en la práctica este cambio? ¿Hasta qué punto volveremos a ver campañas publicitarias en televisión, radio o redes sociales? Y, sobre todo, ¿cómo se equilibrará el derecho de las empresas a promocionar sus servicios con la necesidad de garantizar un juego responsable?

Una nueva era para el marketing del juego online

La anulación parcial del decreto introduce un giro de gran impacto en la estrategia de comunicación de las compañías de juego. Según voces especializadas, entre ellas Estafa.info, la decisión judicial permite nuevamente la difusión de anuncios de casas de apuestas en televisión, redes sociales y plataformas de streaming.

Este cambio supone un respiro para los operadores, que durante casi cuatro años han visto limitada su capacidad de promoción a franjas horarias reducidas o a contextos muy específicos.

Sin embargo, la reapertura de espacios publicitarios trae consigo un debate mucho más amplio. La pregunta clave es cómo compatibilizar esta expansión con la obligación de proteger a colectivos sensibles, como menores y personas en riesgo de adicción.

Los expertos advierten de que el regreso de los anuncios de apuestas debe gestionarse con cautela. La industria, que mueve miles de millones de euros cada año en España, puede beneficiarse de mayor visibilidad, pero la experiencia de otros mercados europeos demuestra que una sobreexposición publicitaria puede tener efectos adversos en la reputación de las empresas y en la percepción social del sector.

¿Qué límites siguen vigentes? Bonos, influencers y redes sociales

Aunque el fallo del Tribunal Supremo flexibiliza algunos aspectos del Real Decreto, no implica una liberalización total. Existen restricciones que siguen siendo de obligado cumplimiento y que marcarán el alcance de las nuevas campañas.

La franja horaria sigue siendo uno de los elementos clave: los anuncios en televisión no pueden emitirse en cualquier momento del día, ya que se busca proteger a los menores de edad de la exposición constante a este tipo de contenidos. Además, se mantiene la prohibición de utilizar la imagen de celebridades o influencers menores de 25 años para promocionar apuestas, un punto que responde a la influencia que ejercen estas figuras en audiencias jóvenes.

También se conservan las limitaciones en redes sociales, donde la publicidad debe segmentarse para evitar llegar a menores o a usuarios que no hayan mostrado un interés explícito en el juego online. Evitar que la propagación de ese interés es fundamental.

Por otra parte, los bonos de bienvenida o promociones agresivas continúan sujetos a fuertes restricciones, al considerarse prácticas que pueden incentivar comportamientos problemáticos.

El Código de Conducta Publicitaria, respaldado por organismos como la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), sigue vigente y establece principios éticos que las compañías deben respetar en sus campañas. Este marco es esencial para garantizar que, más allá de la legalidad, se actúe con responsabilidad social en la promoción del juego.

Entre regulación y reputación: el verdadero desafío para las casas de apuestas

El retorno de los anuncios de apuestas plantea un dilema estratégico para las compañías del sector. Por un lado, la posibilidad de recuperar canales de comunicación masivos abre nuevas oportunidades para atraer clientes y reforzar su presencia de marca.

Por otro, existe el riesgo de que un exceso de publicidad genere rechazo social o incluso presione a los reguladores para reinstaurar restricciones más duras en el futuro.

La experiencia de la etapa 2020–2024 deja lecciones claras. La saturación publicitaria en medio de un mercado en cifras récords, generó un clima de desconfianza hacia la industria y motivó un endurecimiento legislativo. Ahora, con mayor flexibilidad, el sector tiene la oportunidad de demostrar que puede autorregularse y que es capaz de aplicar buenas prácticas sin necesidad de una intervención tan restrictiva.

Ejemplos de países como Reino Unido o Italia muestran que la regulación equilibrada puede coexistir con campañas de apuestas responsables. Allí, los anuncios están acompañados de mensajes de concienciación y de herramientas para fomentar un consumo moderado.

En España, replicar este modelo podría ser la clave para consolidar un escenario estable donde los operadores puedan crecer sin comprometer la protección al consumidor. Como ocurre con otras formas de publicidad, la confianza del público en las casas de apuestas no depende únicamente de lo que permita la ley, sino de la percepción de responsabilidad y transparencia que transmitan sus campañas. Y aquí la publicidad tiene un gran papel protagonista.

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