“No es un capricho, es una necesidad”. Así de contundente se mostró José Fernando Luengo, secretario de CCOO Salamanca al hablar de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales que este miércoles se rechaza en el Congreso de los Diputados al no sumarse PP, Vox y Justs.
Durante la concentración conjunta de UGT y CCOO en Salamanca, subrayaron que el no aprobarse la ley, no les va a impedir que sigan adelante para mejorar las condiciones laborales de las personas trabajadoras.
Esta reforma afectaría a todas las personas que no tienen convenio colectivo y a los convenios colectivos que regulan la jornada por encima de esas 37,5 horas. “Son los más precarizados y más feminizados. En número, hablamos de unos 12 millones de personas a nivel nacional, algo más de medio millón en Castilla y León y más de 60.000, en Salamanca”, enumeró Marcelino Muñoz, secretario de UGT Salamanca.
Desde los sindicatos apuntan a que esta medida solo beneficiará la vida de los trabajares. “No será la ruina más absoluta. Eso decían que ocurriría con la Reforma Laboral de 2022 y con las diferentes subidas del salario mínimo interprofesional y no fue así”, matizó Muñoz.
Acerca del pretexto que se pone para oponerse, Muñoz señala que puede deberse a lo que ocurrió con la subida del salario mínimo interprofesional o la reforma laboral, “miedo a que esto se va a hundir. Y, desde la reforma de 2022 estamos en récord históricos en afiliación a la seguridad social y mínimos de paro. No entiendo. Creo que es un poco el miedo a lo que pueda pasar”, matizó el secretario de UGT Salamanca.
Además, los sindicatos recordaron que el Gobierno había propuesto ayudas para las Pymes, “porque las empresas grandes tienen menos problemas que las pequeñas para ajustarse a esta reducción de jornada. Esa batería de ayudas está puesta encima de la mesa y las organizaciones sindicales no nos oponemos. Es una excusa más”, puntualizó el secretario de UGT Salamanca.
Sobre los beneficios que podría conllevar esta reducción de jornada para los trabajadores de Salamanca, José Fernando Luengo, cree que el miedo que tienen las empresas no es solo a la reducción de la jornada, «es a que esta reforma obligará a que se registren todas las horas extraordinarias. Quizá esta es la problemática que puedan tener las empresas a la hora de apoyar esta nueva reforma laboral”, indicó Luengo.
Por último, Muñoz apostilló que estamos en un momento de subida media salarial en los convenios salmantinos. “En un mes en el que el IPC es del 7,5% a nivel nacional, la subida media es del 3,5%, en Salamanca pasamos en el 2,5 % por unas décimas. Es un tema que hay que poner encima de la mesa, al hilo de la precarización en una provincia como la nuestra, no solo en el sector servicios, en todos”.
La jornada de 40 horas semanales lleva en vigor cuatro décadas, desde los sindicatos creen que es justo reducirla.
