Los grupos Popular y Vox, junto a los procuradores no adscritos –Javier Teira y Ana Rosa Hernando-, rechazaron este miércoles en el pleno de las Cortes la toma en consideración de la proposición de ley de derechos y garantías al final de la vida que rescató el procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández, tras no prosperar en esta legislatura otros dos textos anteriores, impulsados por Francisco Igea, ex de Ciudadanos, y el Grupo Socialista. Los dos antiguos socios de gobierno se unieron para frenar la tramitación de una norma en lo que consideraron una “burla” y un intento de regular hasta la muerte.
ICAL. La propuesta recogía el texto que registró Francisco Igea al inicio de esta legislatura para llevar de nuevo a las Cortes el proyecto de ley que la Junta redactó durante la etapa de gobierno de PP y Ciudadanos en la que él fue vicepresidente. Entonces el Grupo Popular aceptó la toma en consideración y registró una batería de enmiendas, que terminó retirando por las palabras de Igea sobre el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, y junto a Vox impidió que se aprobara. Lo mismo hizo en febrero con la proposición de ley de los socialistas al entender que pretendía introducir la eutanasia de forma encubierta.
En la presentación de la iniciativa, el proponente insistió en que “las personas merecen morir como quieran”, así como “con dignidad”, “sin sufrimiento” y “acompañadas”, puesto que consideró que nadie puede imponer sus creencias religiosas o valores y se debe primar la libertad de cada individuo. Con la “incertidumbre” todavía de lo que iba a suceder en la votación, instó al PP a no anteponer su “animadversión” a Podemos o el “odio” a Igea a los derechos y garantías al final de la vida. Esto, dijo, sería “descorazonador”, “bochornoso”, “moralmente inaceptable y éticamente intolerable”.
Igualmente, Pablo Fernández intentó defender desde la tribuna que la norma respeta las creencias y los valores de las personas, da seguridad jurídica a los profesionales sanitarios y garantiza la libertad de las personas que tienen próxima su muerte. «Por suerte Torquemada ya no transita las calles de Valladolid”, dijo. Además, añadió que recoge el derecho a morir en casa o una habitación individual de un hospital o que las personas puedan elegir para sus últimos instantes de vida si quieren ser sedados para evitar el sufrimiento.
La ‘popular’ Paloma Vallejo tildó de “burda manipulación” del parlamento y “circo” que se haya presentado en tres ocasiones una ley de este tipo y lamentó que “de nada servirá” que vuelvan a defender que lo planteado ya está recogido en otras normas anteriores y que a través de un ejercicio de “filibusterismo” se abra la puerta a la eutanasia. “Meten la patita por debajo de la puerta para imponer un sesgo de extrema izquierda”, dijo.
De hecho, recuperó unos escritos de Podemos para recordarle a Pablo Fernández que hace cuatro años, en la legislatura anterior, se opuso a la norma de la Junta, que acordaron PP y Ciudadanos, al entender que no recogía nada nuevo y que sólo trataba de contrarrestar la ley de la eutanasia. “Cinismo, hipocresía, ¡qué vergüenza!”, dijo para pedir al dirigente ‘morado’, así como a Igea, que se marchen de las Cortes. “Váyanse, son un fraude”, les espetó.
También, Paloma Vallejo apuntó que no se cansarán de defender que la Consejería de Sanidad ha incrementado los recursos para los cuidados paliativos y añadió que la eutanasia es el “fracaso” de esta prestación porque a su juicio los candidatos al “suicidio asistido” desaparecen prácticamente si se les ofrece. «Cuando no es posible curar, es posible cuidar”, dijo.
En nombre de Vox, Rebeca Arroyo censuró la “obsesión” de la izquierda por la “destrucción la vida” y la “hiperregulación de la muerte”, que para su partido no supone el “final”. De esta forma rechazó que se deje en manos de las personas, incluso de los menores de edad, el “ciclo natural de la vida” o la “decisión divina” y reclamó “unos buenos cuidados paliativos” que permitan aliviar el dolor y el sufrimiento. A su juicio, es “imprescindible” aumentar la inversión en recursos sanitarios y en personal especializado, que ofrezca una atención “integral”, tanto de los síntomas físicos, como de los intelectuales.
Ley necesaria y responsabilidad
El socialista Jesús Puente defendió que se tramite una ley “muy necesaria” y advirtió al PP de que en Castilla y León no existe sostén legal para prestar los cuidados paliativos, que además denunció no llegan a la mitad de los pacientes que los necesitan. Además, preguntó al PP qué “excusa” iba a aportar en esta ocasión para impedir que se pueda elegir morir “dignamente”. A su juicio, mirar para otro lado es una actitud “hipócrita” y añadió que es un “despropósito” que el PP diga que se pretende introducir la eutanasia.
Por su parte, el portavoz de UPL, Luis Mariano Santos, respaldó que se abriera el debate sobre esta cuestión en las Cortes, que recordó ya se ha tratado en tres ocasiones, tras un “enfado” del PP. A su juicio, negarse a ello supone ir contra el sentido del parlamento y consideró que todos deben ser “lo suficientemente responsables” para desde el “entendimiento” tramitar y enmendar el texto registrado.
Finalmente, el procurador Francisco Igea, exvicepresidente y exdirigente de Ciudadanos, criticó el “resentimiento”, el “odio” y el “instinto de venganza” del PP por haber paralizado una ley. “Todos vamos a morir, ustedes también”, dijo para apelar a la conciencia de los procuradores.




















