Iberdrola ha obtenido un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 6.964,5 millones € (+3,1%) durante el ejercicio 2014, mientras que el beneficio neto se ha situado en 2.326,5 millones € (-9,5%) al cierre del año. Este descenso obedece, además de a las medidas regulatorias que afectan fundamentalmente al negocio en España, al menor importe de resultados no recurrentes en comparación con el año anterior.
Estos resultados reflejan el avance en el cumplimiento de las perspectivas de Ebitda y beneficio neto de la compañía para el período 2014-2016, como consecuencia del desarrollo de un modelo basado en un mix de negocio adecuado, con una diversificación geográfica equilibrada, una gestión financiera activa y un alto nivel de eficiencia operativa.
Las ventas de Iberdrola ascienden a 30.032,3 millones € (-3,4%) en el ejercicio 2014, mientras que el margen bruto mejora un 3,4% hasta alcanzar los 12.179,5 millones €, como consecuencia del descenso en los aprovisionamientos (-7,5%).
Por su parte, el gasto operativo neto del Grupo asciende a 3.633,8 millones € (+4,8%), si bien el dato recurrente –ajustado de acuerdo al plan de eficiencia puesto en marcha por Iberdrola- se sitúa en 3.506,1 millones €, tan solo un 1,1% más que en el año anterior.
Retribución al accionista
La gestión desarrollada por el Grupo permite mantener su compromiso de ofrecer una retribución anual a sus accionistas de, al menos, 0,27 euros brutos por acción.
En esta línea, el Consejo de Administración de Iberdrola aprobaba este martes proponer a la Junta General de Accionistas –que se celebrará previsiblemente en primera convocatoria el 27 de marzo en Bilbao- la ejecución de dos nuevos aumentos de capital que permitirán llevar a cabo dos nuevas ediciones del programa ‘Iberdrola Dividendo Flexible’.
Con este programa, los accionistas pueden elegir entre recibir su retribución en efectivo o en acciones de la compañía.
El consejo de administración también propondrá a la Junta General de Accionistas la aprobación de una reducción del capital social de, como máximo, el 2,324%, que se llevará a cabo mediante la amortización de hasta 148,483 millones de acciones propias en cartera de Iberdrola. Con esta medida, se pretende mantener fijo el número de acciones de la Sociedad sobre el que se calcula el beneficio por acción (BPA).




















