El Ministerio de Trabajo ha puesto en marcha un plan para reforzar el control del horario laboral en las empresas, una medida que llega justo un día después de que el Congreso rechazara su propuesta para reducir la jornada máxima a 37,5 horas semanales. El Gobierno presenta este endurecimiento del registro como una vía alternativa para reducir el tiempo de trabajo efectivo, al asegurar que atajará el gran volumen de horas extra impagadas.
Desde el ministerio argumentan que un sistema de registro «fiable, masivo y cotidiano» podría ser incluso más eficaz que la ley de reducción de jornada. El objetivo es combatir una práctica que, según la Encuesta de Población Activa, afecta a casi medio millón de trabajadores en España, de los cuales más de 420.000 no cobran ninguna de sus horas extra.
Un sistema digital con acceso en tiempo real para la Inspección
La clave de la reforma es la creación de un sistema de registro digital y centralizado que permita a la Inspección de Trabajo acceder a los datos de cualquier empleado en tiempo real y de forma remota. El ministerio defiende que esta medida es la «pieza sagrada» del proyecto, ya que aumentará la capacidad de control y generará un fuerte efecto disuasorio sobre las empresas.
Frente a las críticas de algunas voces empresariales sobre una posible violación de la protección de datos, el Gobierno niega rotundamente el riesgo, asegurando que la Inspección ya tiene acceso a información similar y comparando el sistema con la gestión de datos que realizan las compañías energéticas.
Un cambio por vía reglamentaria que no necesita al Congreso
A diferencia de la reducción de jornada, este refuerzo del registro se tramitará como un desarrollo reglamentario de la ley de 2019, por lo que no necesita la aprobación del Congreso. El diagnóstico del ministerio es que la norma actual se quedó corta y requería este desarrollo para ser verdaderamente efectiva.
Sin embargo, el plan deja fuera, de momento, una pieza clave que sí exige un cambio legal: el aumento de las sanciones por incumplimiento. Aunque Trabajo no renuncia a ello, ha tenido que posponerlo. Por otro lado, el ministerio ha abierto la puerta a ofrecer ayudas a las pymes para adaptarse al nuevo sistema digital, e incluso no descarta crear una aplicación propia.





















