Opinión

Carta abierta a los decanos de Psicología y Derecho

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La plaza de Bolonia junto a Derecho. (Foto: Almudena Iglesias Martín)

Después de la convulsión que ha supuesto la Vuelta Ciclista, debería haber quedado claro que la voluntad de la gente es: «No por mi calle, no por mi pueblo, no por mi ciudad”. Sin embargo, en la Universidad de Salamanca, dos de sus facultades, Psicología y Derecho, anuncian la participación de una investigadora israelí de claro perfil sionista que, además proviene de la Universidad Bar-Ilan, con amplio recorrido militarista, en un país donde lo militar está vinculado a la ocupación y al genocidio del pueblo palestino.

No viene en un momento cualquiera, sino en pleno genocidio cuando los muertos y desaparecidos bajo los escombros se cuentan por cientos de miles y cuyas imágenes son sobrecogedoras y cada día, nos llenan de tristeza y de rabia.

No viene de un país con una convivencia pacífica con su entorno, sino por uno que sucesivamente ha bombardeado, no solo Palestina sino Líbano, Siria, Irak, Túnez donde se encontraba la Flotilla, Yemen, Irán y, como colofón a Qatar.

No viene de un país que brille por la tolerancia, la convivencia y el respeto por los Derechos Humanos y el Derecho Internacional, sino jaleado por el apartheid, el racismo y el deseo de expulsión de la población Palestina. Para vuestro conocimiento, señores decanos, he aquí el pensamiento que guía esta “única democracia” de Oriente Medio:

  • Nissin Vaturi, vicepresidente del Parlamento israelí: “Todos los adultos en Gaza deberían ser asesinados. Israel ha sido muy humano. Gaza debería ser quemada ya”.
  • Yoan Gallant, ex-ministro de defensa israelí: “Estamos luchando contra animales humanos”.
  • Avi Ditcher, ministro de seguridad Interna y director del Shin Bet: “Conquistaremos Gaza y no dejaremos a ningún palestino con vida”.
  • Daniella Weiss, líder del movimiento de colonos: “No quedará ningún árabe en la Franja de Gaza”.
  • Bezalel Smotrich, líder del Partido Sionista Religioso de extrema derecha y ministro de Finanzas desde 2022: “Hay que cortar el agua, la electricidad y los alimentos en la Franja de Gaza, y quienes no mueran a tiros, morirán de hambre”. “Dejar morir de hambre a dos millones de palestinos en Gaza está justificado y es moral”.
  • Isaac Herzog, presidente de Israel, “No hay ninguna persona inocente en Gaza”.
  • May Golan, ministra de Igualdad de Israel, “Personalmente estoy orgullosa de las ruinas de Gaza”.
  • Giora Eiland, ex- general israelí: “Gaza será un lugar donde ningún ser humano pueda vivir”.
  • Itamar Ben Gvir, líder del partido ultranacionalista Poder Judío y ministro de Seguridad Nacional, “Los niños de Gaza no son inocentes; son una amenaza retardada que debe ser eliminada por completo”.

La Universidad Bar-Ilan colabora estrechamente con el ejército de ocupación y, a través del Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos, ha publicado un informe a través del cual pretende demostrar la falacia de la destrucción de Gaza, del hambre y de los crímenes de Israel, “en concreto, aborda las afirmaciones de que Israel mató de hambre intencionalmente a la población de Gaza, que las fuerzas terrestres de las FDI masacraron deliberadamente a civiles y que la Fuerza Aérea Israelí (FAI) llevó a cabo bombardeos indiscriminados, sin distinguir entre combatientes y civiles y realizando ataques desproporcionados”. Es decir, en absoluto se trata de una Universidad neutral, sino sionista, con gran desarrollo de las actividades de promoción del ejército y halagando, celebrando y glorificando la ocupación y sus crímenes, dentro y fuera de Palestina.

Las explicaciones dadas sobre la cancelación de las conferencias previstas para los días 17 y 18 de este mes de septiembre son indignas de dos decanos pertenecientes a la Universidad de Salamanca que tanto se honra de su historia y de los reconocimientos otorgados a diversas personalidades. Por ejemplo, los siguientes Doctores Honoris Causa por la Universidad de Salamanca, han manifestado claramente su posición en la Cuestión Palestina:

El Premio Nóbel de la Paz, Oscar Arias, opina: “En lugar de buscar una solución política, la actividad militar cierra la puerta de la esperanza y solo crea odio en el pueblo palestino. Netanyahu, al negarse a buscar esa solución política, lo que ha hecho más bien es de alguna manera ayudar a Hamás”.

Luis Ignacio Lula da Silva, «Es una guerra que ni el pueblo judío quiere, es un genocidio, es una venganza y es un gobierno contrario a la creación de un Estado palestino». Brasil, como deben saber, se ha sumado a Sudáfrica en el Proceso contra Israel en el Tribunal Penal Internacional, por los crímenes de guerra cometidos por este país.

José Saramago, Premio Nobel de Literatura: estuve en Ramala y en la Franja de Gaza, oí la protesta indignada de los que vieron sus casas destruidas, los lamentos de los que lloraban a sus muertos, vi largas filas de palestinos a la espera de que les permitieran el paso en los puestos de control para ir a trabajar en el “otro lado”, percibí la frialdad con que los soldados israelíes intentaban enmascarar su propio miedo… Se respiraba la tensión en el ambiente, corrían noticias de concentraciones de tanques, era evidente que el Ejército israelí estaba preparándose para una ofensiva a gran escala. Sabemos lo que sucedió después.” “Lo que en realidad pasa es algo diferente y peor: Israel no quiere tener a los palestinos como vecinos; quiere que desaparezcan del ‘paisaje’”.

Fernando Henrique Cardoso, ex-presidente de Brasil, visitó los Territorios Palestinos ocupados en 2009 con la Delegación fundada por Nelson Mandela “The Elders”, afirmó “se necesita una acción «más directa» de la comunidad internacional para ayudar a resolver el conflicto entre israelíes y palestinos y analizó el papel que Brasil puede desempeñar en la diplomacia internacional, en general, y en Medio Oriente, en particular”.

Ricardo Lagos, ex-presidente de Chile, manifestó infinidad de veces su apoyo a la Causa Palestina y consideró que: “Hay una deuda histórica con el pueblo palestino”

Mario Vargas Llosa, visitó los Territorios Palestinos ocupados en el 2016. El Premio Nobel de Literatura publicó un libro sobre su experiencia: “La imagen (del país) se ha deteriorado y eso es doloroso para sus amigos, entre los que me cuento. Hace unos años, Israel era un ejemplo en algunas cosas (…) es extraordinario cómo ha integrado a gente con diversas lenguas, culturas. Lo terrible es que se ha vuelto un país colonial”.

La concesión de un doctorado Honoris Causa viene a reconocer las aportaciones excepcionales, los méritos y cualidades de personalidades destacadas. Se supone que cuando una Universidad lo hace es porque se reconoce así misma en sus trayectorias y méritos. Sin embargo, en este caso, dos facultades importantes de la Universidad de Salamanca han hecho dejación de los valores que dicen representar invitando a una investigadora Galit Nahari, destacada por sus investigaciones en interrogatorios para extraer las verdades y mentiras, que se están aplicando sobre la población palestina ocupada, especialmente, los y las presas palestinas, de los que hay que recordar que suman más de 10.000, muchísimos de los cuales ni siquiera están detenidos tras un juicio ni por causas concretas. La concesión del doctorado Honoris Causa debe significar un compromiso de esta institución con el pensamiento, la entrega, la vida y trayectoria de las personas reconocidas.

El 30 de mayo de 2024 la Universidad de Salamanca, a través de la firma del Vicerrector, se comprometió públicamente con los alumnos y alumnas, entre otras cosas, a no suscribir acuerdos con instituciones universitarias israelíes, así como a no participar ni financiar ningún acto académico que blanquee o normalice la violencia o la dominación de unos pueblos o grupos sociales sobre otros.

La firma de este documento se hizo en el marco del Genocidio que Israel está llevando a cabo en Gaza, situación que no ha cambiado más que para peor y que no justificaría, en ningún caso, el cambio de criterio unilateral por parte de las distintas facultades.

La justificación de la anulación de las charlas por parte de ambos decanos deja a la intemperie su nula empatía con el sufrimiento de la población de Gaza y su precaria visión del mundo y el derecho internacional. Decir que podría surgir un problema de convivencia es negar dos cuestiones: que los activistas siempre hemos actuado pacíficamente y que los promotores de las charlas viven en una burbuja y aislados de la sociedad con la que deberían conectar mejor y así comprender lo que nos impulsa. Y sí, efectivamente, este era un acto de blanqueamiento del genocidio.

La sociedad española en la actualidad no señala a personas ni instituciones sin más, sino a aquéllas que están involucradas con la ocupación y los crímenes de guerra que se están cometiendo en Palestina. No es por su nacionalidad pues bien que podrían invitar a Ilán Pappé, Avi Shlaim, Eyal Weizmann, Norman Finkelstein, Ronit Chacham, Amira Hass, Michel Warschawski, Gideon Levi, Lea Tsemel, y una infinidad de israelíes cuya visión de la justicia es coherente con los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. La sociedad española no señala más que al GENOCIDIO. Eso es lo que no comprenden ni quieren comprender las personas que promueven conferencias con marcado carácter sionista. No señalamos más que a las víctimas de un holocausto que se quiere obviar en una institución académica como la Universidad de Salamanca.

Que la Universidad sea “un espacio de libre debate intelectual y de concordia y respeto entre las personas” es loable y necesario. Pero ello no implica que haya que escuchar a todas las opiniones, porque no se suele preguntar a los asesinos cuando siguen matando, ni se les invita a conferencias. Más bien, teniendo en cuenta la definición de debate intelectual como concordia y respeto, debería haberse cuestionado la legitimidad de este tipo de invitaciones y callar, mejor callar, recordando y homenajeando a los muertos de Gaza. Los cientos de miles que caen en nuestras conciencias.

Modesto Blanco Sánchez y Cristina Ruiz-Cortina Sierra: ex alumnos de la Universidad de Salamanca.

10 comentarios en «Carta abierta a los decanos de Psicología y Derecho»

  1. Me uno a vuestras certeras, buen documentadas y buen intencionadas palabras.
    Bravo.
    Gracias por dar voz a los que pensamos así.

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    • Gracias por vuestras acertadas palabras.
      No sé a qué esperamos en este país para salir a la calle en masa gritando: NO A LA GUERRA!!!
      No, a todas las guerras. Pero la barbarie que estamos viendo cada día en los medios por este GENOCIDIO es intolerable.
      Qué pena que el ser humano, que se supone racional, permita que otro seres humanos lleven a cabo esas atrocidades y sigamos tranquilamente con nuestras vidas.

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  2. Bien dicho ! Es oportuno y de justicia pedir a las facultades salmantinas coherencia . Un lugar de búsqueda de la verdad no debe blanquear el genocidio palestino con este doctorado honoris causa a una sionista . Si lo hace sería además un ejemplo nefasto para los estudiantes . Muchas gracias a los autores de esta carta .

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  3. Invitar a esta activa participante y culpable del genocidio palestino es indecente, un desprecio a la dignidad humana y a la inteligencia. Una contribución vergonzosa a que los asesinos imperialistas sionistas se mantengan impunes. Mancha las manos de sangre a nuestra comunidad académica. Destruye los principios sobre los que se construye el conocimiento y la igualdad de los seres humanos. Corrompe la misión de la universidad respecto a la sociedad. Aniquila la esperanza, que aún tenemos algunos miembros de la comunidad universitaria, en que, al menos la universidad, se distinga de la barbarie y mantenga el compromiso de construir un relato honesto de la historia. Los promotores de esta charla o acto son una vergüenza para la Universidad de Salamanca y, al menos, deberían dimitir de sus cargos. Y la Universidad de Salamanca se debería sentir públicamente obligada a apoyar al profesorado y al alumnado de las universidades palestinas. Así como a reconstruir sus universidades. Porque en Palestina se sigue estudiando y enseñando entre ruinas, hambruna y cadáveres. En Palestina la Educación es, en sí misma, un acto de resistencia contra el genocidio.

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    • Siempre el mismo rollo…prensa y USAL cagada y vendida… qué pena de investigación antiterrorista y de asociaciones de vividores y subvencionadas de la USAL y de toda la mierda zapatera y corchadera…
      Pero que sobra progresía y realidad…
      Soltad secuestrados y parlamentad …
      Qué asco de USAL… cobarde y miedosa…
      Investigación y no coacción….

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