La Comisión Europea ha dado un paso al frente y ha propuesto este miércoles suspender parcialmente el acuerdo comercial con Israel como respuesta a la «inaceptable» situación humanitaria en la Franja de Gaza. La medida, que eliminaría los aranceles preferenciales para los productos israelíes, necesita ahora el visto bueno de una mayoría cualificada de los países miembros de la UE.
Junto a esta acción comercial, Bruselas también ha planteado sanciones individuales contra dos ministros de ultraderecha del gobierno israelí, Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir, así como contra colonos violentos en Cisjordania y miembros de Hamás. Sin embargo, este tipo de sanciones requieren la aprobación por unanimidad de los Veintisiete, un consenso políticamente más difícil de alcanzar.
La propuesta llega pocos días después de que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunciara su intención de endurecer la postura europea. Bruselas justifica la decisión argumentando que Israel ha violado el artículo del acuerdo bilateral que exige el respeto a los derechos humanos y los principios democráticos. En concreto, señala «el rápido deterioro de la situación humanitaria en Gaza, el bloqueo de la ayuda y la expansión de los asentamientos».
Si la medida comercial sale adelante, no se prohibirá el comercio, pero sí se anularán las ventajas arancelarias que actualmente afectan a cerca del 37% de los intercambios entre la UE, su principal socio comercial, e Israel. El gobierno israelí ya ha advertido que podría tomar represalias.
Esta iniciativa ya había sido solicitada por varios estados, entre ellos España, y contaba con el respaldo de una resolución no vinculante del Parlamento Europeo. No obstante, un intento anterior de suspender a Israel del programa de investigación Horizon fracasó por falta de apoyo, lo que evidencia las divisiones internas en la UE sobre este asunto. Por ahora, no hay fecha para la votación de las nuevas medidas.
