En vísperas del 24 de septiembre, la festividad de La Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha lanzado una seria advertencia sobre la grave crisis que atraviesan los trabajadores de las prisiones, con especial foco en el centro penitenciario de Topas. Lejos de ser una jornada de celebración, el sindicato aprovecha la fecha para denunciar el abandono que sufre el colectivo.
Una plantilla envejecida y bajo mínimos
El problema más urgente sigue siendo la alarmante falta de personal. Según CCOO, la plantilla de Topas es insuficiente para cubrir las necesidades reales del centro, una situación agravada por el progresivo envejecimiento de los trabajadores. Las vacantes que dejan las jubilaciones y fallecimientos no se cubren, y los concursos de traslados ya no son suficientes para garantizar un personal estable. El sindicato exige la convocatoria de Ofertas de Empleo Público con un número de plazas significativo.
La sanidad penitenciaria, al borde del colapso
A su juicio, la situación sanitaria en la prisión es «insostenible». De las nueve plazas de médico que debería tener el centro, actualmente solo hay dos profesionales en activo. Esta carencia ha llevado a implantar un sistema de telemedicina que el sindicato considera «insuficiente e inadecuado» para la realidad de una cárcel.
Además, esta falta de médicos sobrecarga al resto del personal sanitario, que en ocasiones debe asumir responsabilidades fuera de su competencia, generando una gran inseguridad y precariedad en su trabajo diario.
El problema del hacinamiento
En los últimos meses, según los datos de CCOO, la población reclusa en Topas ha aumentado considerablemente, superando su capacidad con casi 1.200 internos. Esto la convierte en la prisión con más reclusos de Castilla y León y añade una enorme presión sobre una plantilla ya mermada. Las consecuencias directas son una sobrecarga de trabajo insostenible, mayores niveles de estrés y un incremento del riesgo de conflictos, incidentes y agresiones.
Aumento de las agresiones y falta de medios
CCOO denuncia, asimismo, la pasividad de la Administración ante el «brutal incremento» de las agresiones al personal. El protocolo de prevención actual (PEAFA) se ha demostrado ineficaz, y el sindicato reclama la plena aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Añade que a esto se suma la falta de medios materiales básicos. Un ejemplo es el nuevo uniforme, que carece de siglas identificativas en la espalda, una medida de seguridad propuesta por CCOO que fue ignorada. Tampoco se ofrece una formación adecuada y universal para los trabajadores.
«Llegamos al día de la Merced con los mismos problemas que llevamos años denunciando», declara Jesús Crego, delegado de CCOO en Topas. «La Merced debería ser un día de reconocimiento, pero la realidad es que nos enfrentamos a plantillas recortadas, más internos, más agresiones y menos recursos. CCOO no va a dejar de denunciar este deterioro y exigirá soluciones reales y urgentes».
El sindicato concluye que la celebración estará marcada por el desánimo y asegura que continuará con sus denuncias hasta que se garanticen unas condiciones laborales dignas y un servicio público de calidad.
