El pueblo salmantino de Mogarraz, situado en la Sierra de Francia, es protagonista en un artículo que El Periódico publica en Viajar con un titular que pone en valor el municipio y sus señas de identidad. Tras el título de “El pueblo más bonito de España es todavía un auténtico desconocido: con fachadas llenas de retratos y calles medievales únicas”, se desarrolla un texto que desgrana por qué este enclave salmantino “te entra por los ojos” y “es único en su especie”.
El reportaje recuerda que Mogarraz es declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1998 y está incluido en red de Los Pueblos más Bonitos de España desde 2014. Al mismo tiempo, destaca la tranquilidad que lo caracteriza pues, asegura, “sigue siendo un secreto para muchos viajeros”. “Ni colas, ni aglomeraciones, aquí el tiempo se mide en pasos tranquilos y conversaciones a la fresca”, añade.
De igual modo, se entra en explica las pinturas de gran formato que decoran las casas del pueblo. “Si algo hace único a Mogarraz es el proyecto Retrata2/388. En 1967, todos los vecinos tuvieron que hacerse una foto para el carnet de identidad. Décadas después, el artista local Florencio Maíllo recuperó esas imágenes y las transformó en cuadros que hoy cuelgan en las fachadas. Lo que empezó con 388 retratos supera ya los 800 rostros pintados”.
También detalla otros aspectos históricos y, a este respecto, señala que “Mogarraz fue conocido como el ‘pueblo de los orfebres’: la tradición de la filigrana en oro y plata, vinculada al traje serrano, todavía sobrevive en algunos talleres. Aquí, como se suele decir, cada piedra tiene su historia”.
Cocina tradicional
Y para viajeros que deseen, además de conocer el pintoresco lugar, disfrutar de su oferta gastronómica, asegura que “si por algo se disfruta Mogarraz es por su mesa. Aquí manda el producto local. Jamón de Guijuelo, quesos de cabra, guisos de caza, patatas meneás y, en temporada, las setas que brotan por doquier. La cocina es sencilla pero sabrosa, como la de antes”.
“A diferencia de otros pueblos incluidos en la lista de los más bonitos, Mogarraz no vive del turismo masivo”, y tampoco “necesita fuegos artificiales para brillar”, pues “su encanto está en su memoria viva”, enfatiza el artículo, que incluye varias fotografías de su arquitectura tradicional, sus calles empedradas y, por supuesto, las obras firmadas por Maíllo que decoran sus fachadas.
