Un jubilado, en la ruina por una novia creada por IA

Una supuesta doctora de Kazajistán de 43 años lo estafa en Alicante
Unas manos tecleando en un ordenador. Foto: Pixabay.

Un hombre ha estuvo enviando dinero a una mujer con la que tenía una ‘relación’ en la distancia, sin saber que ella no era real, sino generada con inteligencia artificial (IA). Se trata de un jubilado de 78 años natural de Palencia y residente en Alicante, José Ignacio Villameriel, que ha denunciado los hechos a la Policía Nacional. Llegó a enviar a la que creía su pareja, una falsa doctora de Kazajistán, 8.800 euros en tres meses.

Tras su jubilación como directivo de una caja de ahorros , perdió sus ahorros en inversiones desacertadas y debido a sus problemas de adicción, que trató en centros de terapias alicantinos. Tras su recuperación, trató de buscar pareja y se adentró en las redes sociales.

En su historia sentimental se incluyen un divorcio y la muerte de sus segunda esposa. En 2024, el 11 de noviembre, recibió un mensaje de la que podría haber sido la tercera, una doctora de Kazajistán de 43 años llamada Ainur que buscaba una relación seria.

Se comunicaban por email y se mandaban fotos y, aunque un amigo le alertó del engaño, José Ignacio siguió adelante y, tras unas semanas, comenzó a enviar el dinero que ‘ella’ le pedía: un primer pago de 2.000 para completar lo que a la médica le faltaba para venir a España; otros 2.000 más; 10.000 para un depósito bancario que el Gobierno de Kazajistán le exigía como garantía de vuelta a su país… Todo falso. El hombre incluso vendió a un familiar la parte del piso que tenía en propiedad en Benidorm para facilitar las cantidades.

La víctima sospechó cuando la ‘mujer’ le dijo estaba detenida en el aeropuerto de su país porque le habían requisado una obra de arte familiar que no podía salir de Kazajistán. Ese día habían ‘quedado’, en la terminal Madrid-Barajas, hasta donde el hombre se trasladó en autobús para recibirla por fin en España.

Cuando acudió a la Policía, los agentes le confirmaron que todo había sido una estafa y que la persona a la que esperaba recibir no existía, sino que era fruto de la IA. En la actualidad, el hombre comparte piso con otros tres jubilados en Alicante.

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