Aseguran los expertos que un árbol mejora la vida de todos nosotros, porque produce oxígeno, nos proporciona un aire más limpio. También contribuye a conservar el suelo y sirve de ‘casa’ para una determinada fauna. Sin olvidar los beneficios que aporta al reducir el estrés, porque quién ha paseado entre árboles, reconoce que la sensación es favorable para la mente.
Por todo ello, cuando se tala un árbol que es ya un ejemplar robusto, se pierde calidad de vida. Los planes urbanísticos del Ayuntamiento de Salamanca siguen con la inercia del siglo pasado, donde los árboles frondosos no se tienen en cuentan en las obras que se van a acometer.
En el caso de la reforma y urbanización de la parcela de la avenida de Salamanca se talarán unos 15 árboles de gran y mediano porte y se abrirá una nueva calle convencional en vez de aprovechar para crear un urbanismo adaptado al calentamiento global.
En la foto aérea están señalados los que se eliminarán. Desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca consideran que en el planeamiento tendría que haberse buscado la forma de integrarlos en la nueva parcelación, al menos los más grandes.
De hecho, desde la asociación tienen “poca esperanza” de que sobreviva un árbol de grandes dimensiones que linda con la avenida, porque como señalan desde Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca “en el proyecto no se menciona la conservación de los árboles existentes”.
Por su parte, el Ayuntamiento señala que se trata de árboles que se encuentran dentro de una parcela privada, por lo que no habían sido sometidos a un mantenimiento por parte de parques y jardines. «El proyecto sí contemplaba mantenerlos pero hay un informe de medio ambiente que recomienda su retirada por peligro de caída precisamente por no haber sido sometidos a este mantenimiento al encontrarse en una parcela privada», puntualizan desde el consistorio.
Lo que sí se contempla es la creación de un espacio verde cerca de la avenida, que incluye la plantación de 53 árboles y arbustivas.
2 comentarios en «La reforma de la avenida de Salamanca tendrá 15 damnificados»
Integren los árboles antiguos y frondosos en el nuevo plan urbanístico.
Talarlos es cortar oxigeno y frescor a la ciudadanía.
Esperar cuarenta años para tener algo que ya tenemos es colaborar en el calentamiento global y perjudicar a la ciudadanía.
Talar y repoblar con otros árboles que serán lógicamente pequeños no es la solución.
INTEGRAR y RESPETAR LOS QUE YA ESTÁN ES MÁS SALUDABLE Y MENOS COSTOSO
Tiene la razón