Desde Nueva York, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado su intención de presentarse a la reelección en las elecciones generales de 2027. «Lo haré sin duda», aseguró en una entrevista con la agencia Bloomberg, donde se mostró convencido de poder revalidar la mayoría para «seguir adelante con el trabajo».
Este anuncio llega en un momento de máxima tensión judicial para su entorno más cercano. Preguntado por la situación de su mujer, Begoña Gómez —para quien el juez propone un juicio con jurado popular—, y de su hermano David Sánchez —recientemente procesado—, el presidente cerró filas en su defensa. «El tiempo pondrá las cosas en su sitio. Defenderemos la verdad, y la verdad es que mi hermano y mi mujer son inocentes», afirmó, evitando valorar directamente las decisiones judiciales.
La postura del Gobierno, que cuestiona la instrucción del juez Peinado en el caso de Gómez, choca frontalmente con la del Partido Popular. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido la actuación del magistrado y considera que, más allá del recorrido penal, la «responsabilidad política» de Sánchez «está sentenciada», hasta el punto de que, en su opinión, no debería conservar su acta de diputado.
Pese a este clima de tensión y a las encuestas que sitúan al PP y a Vox con una posible mayoría absoluta, Sánchez restó importancia a los sondeos. «Las encuestas son las encuestas», subrayó, insistiendo en su confianza para agotar la legislatura actual y gobernar cuatro años más.
En la misma entrevista, el jefe del Ejecutivo también criticó a los partidos de centroderecha por, según él, «copiar no solo la forma de hacer política de la extrema derecha, sino también su contenido», citando como ejemplo el vínculo entre migración e inseguridad.





















