Los polémicos accesos al hospital no solo se colapsan coincidiendo con la entrada y salida de los escolares de los dos colegios existentes en sus proximidades.
En la rotonda que canaliza el tráfico desde la calle Gregorio Marañón hacia el complejo asistencial, ya en el campus, hay una alcantarilla hundida, que supone una molestia para los conductores, y posiblemente un peligro para los ciclistas y motoristas.
El hundimiento de la tapa es ostensible en una parte y ya ha sido motivo de queja por parte de algunos ciudadanos.