Senasa, la empresa pública estatal especializada en formación y servicios de aviación civil, con sede en Matacán (Salamanca), cede una histórica aeronave Bonanza F33A a la Fundación Infante de Orleans (FIO), en Madrid, que pasará a formar parte del catálogo histórico de la entidad con el objetivo de recuperarla y exhibirla junto con las demás piezas históricas de su colección de aviones clásicos. Esta aeronave se utilizó durante décadas para formación de pilotos comerciales en la extinta Escuela Nacional de Aeronáutica (ENA), y conserva todavía su configuración de colores original.
En un acto celebrado en el hangar de la sede de Senasa en Matacán, el presidente y consejero delegado de la sociedad, Andrés Arranz, destacó el valor histórico de esta Bonanza F33A, de cuya cesión resaltó que “para Senasa es una enorme satisfacción que esta aeronave encuentre un nuevo hogar en la FIO, una institución que admiramos por su labor en la preservación y divulgación del patrimonio aeronáutico español”.
Sobre el valor cultural y educativo de esta iniciativa, agregó que esta colaboración con la FIO “refuerza esa vocación: compartir conocimiento, despertar vocaciones, y contribuir a una cultura aeronáutica sólida y accesible”.
Al acto de cesión de la aeronave, en el que se hizo entrega simbólica de las llaves del avión, asistieron representantes de instituciones públicas, privadas y entidades locales que pudieron observar el detalle de la avioneta antes de su traslado a las instalaciones de la Fundación/FIO en Madrid.
El encuentro contó también con el testimonio de dos pilotos veteranos, miembros de la primera promoción de la ENA en la que se formaron con esta aeronave Bonanza F33A, que compartieron con los asistentes su experiencia volando esta avioneta y algunas anécdotas testimoniales.

Su valor histórico
“La Bonanza F33A es parte de la historia de España y de la memoria histórica de nuestra aviación”, explican desde Senasa. Ahora la aeronave cedida “tendrá ahora la oportunidad de contar con un nuevo hogar” bajo la acogida de la Fundación Infante de Orleans. Es una aeronave monomotor con una envergadura de 10,21 metros y una longitud de 8,13 metros. Pesa 1542 kilos y posee de 4 a 6 plazas.
Esta emblemática avioneta estuvo concebida originalmente como avión de turismo al que luego se añadieron funcionalidades para servir como aparato de escuela por sus excelentes prestaciones. Fue fabricada en 1974 (año en el que se construyeron 71 unidades) y quedó parada en tierra en el año 2001. En su libro de vuelo destaca la trayectoria realizada desde su origen en fábrica en Wichita (Estados Unidos) a su destino final en España: 24 horas de vuelo, con tres escalas y 8200 km recorridos.
La importancia de su cesión radica en que supone recuperar un testigo histórico de la formación de pilotos en España desde los años 70. “La mayoría de los pilotos veteranos de líneas aéreas, que en la actualidad están culminando su carrera profesional, en aquel entonces solo pudieron comenzar su formación aeronáutica con estas aeronaves en la ENA. A lo largo de estas décadas, muchísimos profesionales han utilizado este avión y será recordado con cierta nostalgia para el mundo de la aviación española”, enfatizan desde Senasa.
Senasa (Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica) es un organismo del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que proporciona asistencia técnica especializada a entidades del sector aeronáutico, en áreas como seguridad operacional y física, navegación aérea, meteorología, aeropuertos, servidumbres aeronáuticas y sostenibilidad medioambiental, entre otras.




















