La obra que cambiará la fisonomía de la Gran Vía y un espacio singular

Adiós a un rincón emblemático de Salamanca
La torre.

Las palabras empiezan a ceder espacio a los hechos y ya se empieza a vislumbrar la transformación que sufrirá la fisonomía de la Gran Vía con la instalación de un ascensor en las escaleras de la La Riojana.

O lo que queda de ellas, porque la torre del ascensor (¿era tan necesario?) acabará con un espacio singular en el corazón de Salamanca.

El Ayuntamiento dijo que no sería invasiva, pero no hay más que verla ahora, en su esqueleto, para replantearse semejante afirmación.

El Ayuntamiento de Salamanca inició en mayo las obras para instalar un ascensor en la Gran Vía 55-57, con el que se eliminará la barrera arquitectónica que supone actualmente las denominadas ‘escaleras de La Riojana’.

Con un presupuesto de adjudicación de 269.588 euros, la actuación se extiende hasta la pasarela que enlaza con la calle Asadería, salvando así un desnivel de 4,5 metros de altura. En concreto, se instalará un ascensor vertical dotado de una cabina panorámica con 1,40 metros de ancho por 1,50 metros de fondo, con doble embarque a 180 grados y dos paradas, con capacidad para 9 personas y 900 kilos de peso en total.

Funcionalmente, el arranque de hormigón de la torre del ascensor en el ámbito inferior detrás del muro de granito permite construir un espacio de entrada, que mediante la inclusión de bancos incorporados en la escalinata articula el ascensor con la urbanización existente.

Tanto la torre del ascensor como la pasarela son estructuras metálicas para favorecer la visibilidad desde la calle y protegerla hacia las viviendas cercanas, de manera que su imagen no sea invasiva con el entorno.

Lo que eran las escaleras de La Riojana y cómo estaba este eespacio:

19 comentarios en «La obra que cambiará la fisonomía de la Gran Vía y un espacio singular»

  1. El ascensor de la Gran Vía ya asoma, brillante y discreto como una nave espacial aparcada en pleno centro histórico. Dicen que no es invasivo… claro, apenas eclipsa media calle. Promete accesibilidad, sí, pero también un nuevo mirador para ver cómo desaparecen las escaleras de La Riojana. Salamanca ya tiene su propio monumento al hierro: el turismo industrial empieza aquí.

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  2. En Salamanca, los jeques y DALL·E diseñaron un teleférico imposible, lleno de luces y titulares, que nunca veremos. Mientras tanto, nuestro Ayuntamiento, incapaz de planificar, nos deja un mamotreto de ascensor en La Riojana que destroza las escaleras y grita “falta de ideas”.

    Podrían haber hecho unas escaleras mecánicas discretas y útiles… pero no, prefirieron cemento, pompón y fracaso visible. Aquí la innovación es humo, la planificación un chiste, y los vecinos, los que pagamos, subimos y bajamos por la chapuza.

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  3. Aberrante,ignorantes,vagos….y si vais a la plaza de San Cristóbal, la rehabilitación de la antigua imprenta y antes local cultural parroquial es un atentado a la arquitectura.
    En el ayuntamiento hay alguien con la EGB terminada.

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  4. Así le costará menos esfuerzo para la siguiente ocasión a cierto político regional tirar de la maleta Gran Vía abajo

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  5. Petulancia ignorante y provinciana es lo que representa ese ascensor. Esta tierra está condenada por una panda de brutos autoritarios, reaccionarios con actitud de matón por la espalda y sonrisa falsa de politicucho de pueblo grande.

    A seguir votándoles, que se está quedando preciosa la ciudad a base de franquicias y pisos turísticos.

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