El Consejo de Ministros ha dado luz verde a la regulación del cannabis para uso medicinal en España. Sin embargo, su acceso estará estrictamente controlado: solo podrá ser recetado por médicos especialistas en el ámbito hospitalario y no estará disponible en las farmacias convencionales.
El tratamiento se reserva como una alternativa terapéutica para pacientes con dolencias específicas en los que las terapias convencionales no han funcionado.
Según la ministra de Sanidad, Mónica García, está indicado para «dolor crónico, espasticidad, epilepsia o para personas que sufren náuseas y vómitos posteriores a la quimioterapia». La ministra ha garantizado que se usarán preparados estandarizados para asegurar dosis precisas y la máxima seguridad.
La normativa establece que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) publicará en los próximos tres meses los usos clínicos autorizados y las condiciones de prescripción. Este modelo permitirá actualizar las indicaciones en el futuro según la evidencia científica.
Los preparados, que serán elaborados por los servicios de farmacia de los hospitales, tendrán una composición definida de THC y CBD y estarán sometidos a una rigurosa trazabilidad y control de calidad.





















