Quienes se apuntan al gimnasio con la intención de ir a menudo y no lo logran, quizá se animen a volver si descubren que hacer ejercicio es una manera magnífica de tener orgasmos. Así lo asegura, al menos, el médico de emergencias Miguel Assal, que publica esta semana un vídeo que poco tiene que ver con las urgencias, pero que aun así se ha empezado a viralizar.
El contenido muestra a una chica haciendo dominadas en un gimnasio (además de otros ejercicios) y, tras varias repeticiones, su cuerpo comienza a experimentar lo que parece ser un orgasmo, con un evidente temblor de piernas. En realidad, se denomina coreorgasmo, según explica Assal, y está inducido por el ejercicio físico.
Además, no es un concepto nuevo, ya que se acuña desde 2007, cuando la investigadora Debby Herbenick, de la Universidad de Indiana, empezó a estudiarlo y a definirlo. Para ello, habló con más de 370 mujeres que aseguraban haber al culmen del placer sexual mediante movimientos musculares, sin estimulación sexual directa.
Los responsables del coreorgasmo son los músculo del core, es decir, los abdominales y lumbares, unidos a los de zona de la pelvis y el suelo pélvico. Todos ellos tienen conexión con la respuesta sexual. Por eso, cuando se producen continuas contracciones isométricas profundas, la maquinaria se pone en funcionamiento: las terminaciones nerviosas del clítoris (tiene más de 8.000) se activan, y sucede lo mismo con las de la vagina y la próstata.
Para lograr estos ‘orgasmos de gimnasio’, los ejercicios más efectivos, según los expertos, son las dominadas, la plancha abdominal sostenida o los abdominales tipo bicicleta. El spinning o el levantamiento de peso muerto, al requerir una fuerte activación de los músculos pélvicos, también pueden proporcionar el clímax. Y sucede lo mismo con determinados movimientos y posiciones de yoga y pilates.
Puedes ver el vídeo en este enlace.





















