Un hombre deberá cumplir un año de cárcel por haber cometido un delito de agresión sexual contra una niña de 10 años. Así lo recoge una sentencia de la Audiencia Provincial, que establece para el inculpado, además, “la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio, a sus lugares de trabajo y a cualquier otro que sea frecuentado por ella”, así como la prohibición de comunicarse con la menor durante 8 años.
También se ha fijado para él libertad vigilada, “que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad por tiempo de 7 años”.
Además, “como responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a la perjudicada en la cantidad de 10.000 euros, ya consignados”.
Los hechos ocurrieron cuando el individuo, “por el ánimo de satisfacer sus instintos sexuales” mientras “se encontraba en la casa de su propiedad” situada en una localidad de la provincia de Salamanca, “en compañía de la esposa de su hijo” y la hija de esta, que tenía de 10 años en aquel momento, pidió ayuda a la mujer “para llevar tazas y cafés al comedor”.
A continuación aprovechó “cuando no había nadie presente para pedir a la niña que le abrazara y le diera un beso, lo que esta hizo”. Además, “momentos después el acusado le pidió un beso en la boca y, aunque la niña no quería y se negó, se lo dio a la fuerza agarrándola de la mandíbula”, explica el texto judicial.
La pequeña, “incómoda por lo sucedido se fue entonces al baño” y, cuando volvió, “el acusado la agarró del culo y la levantó en volandas, al tiempo que le daba besos por el cuello”. A pesar de que la agredida pedía “nuevamente que la dejara en paz”, el individuo la colocó “en el suelo para tratar de llevársela hacia un cuarto de lavadora, diciéndole que fueran allí para que no les viera nadie”. La pequeña se resistió y logró “escapar para volver con el resto de la familia”.
Más tarde, “la niña contó lo ocurrido a su madre, cuando salieron a dar un paseo después de los hechos”, añade la sentencia, que recoge que “el estado psicológico y emocional” de la víctima “se encuentra dentro de la normalidad, es consciente de que lo ocurrido que no está bien” y, al contar “con el apoyo de sus padres no es probable que resten secuelas, siendo aconsejable no obstante, seguir su evolución, así como mantenerla al margen de la problemática familiar suscitada”.
La sentencia no especifica el municipio salmantino en el que tuvo lugar la agresión ni tampoco la edad del sujeto.


















