[dropcap]E[/dropcap]l título parece una locura, pero es real, hoy no es 28 de Diciembre. Y la pregunta es: ¿Cómo puede ayudar un caracol a mejorar el rendimiento de las baterías de nuestros dispositivos? Te invito a descubrirlo.
El caracol no es precisamente el símbolo de la velocidad. Pero, su concha en espiral posee un componente encargado de controlar su crecimiento que favorece al movimiento de los electrones en las baterías para móviles. Científicos de la Universidad de Maryland (EE UU) la han usado como cemento a escala nanométrica para mejorar las propiedades eléctricas de una pila.
No solo los caparazones de los caracoles tienen esta propiedad, también las cáscaras de los moluscos tienen este componente. Incluso también nuestros huesos o dientes contienen una cierta cantidad. Los resultados del experimento reflejan que una pila con el componente integrado mejora sus propiedades eléctricas frente a uno convencional.
Este éxito se basa en una ordenación interna de los compuestos químicos de una batería de litio. Según afirma una de las científicas encargadas de llevar a cabo este estudio, deberíamos fijarnos más en la naturaleza para resolver problemas tecnológicos.
Otro participante en esta actividad dice: «El mundo natural siempre nos muestra el camino más corto para solventar un problema».
El objetivo a medio plazo es presentar una batería funcional como punto final a su tesis que pretende ser más ligera, potente y duradera que las actuales.
