Los estudiantes de Medicina están en la calle, unos los más noveles iban con sus batas ‘blancas’ repletas de firmas y dibujos, y los veteranos disfrazados. Ambos, unos y otros, celebraban a su patrón San Lucas.
El colorido que han impregnado a las calles del centro histórico era variopinto, como los antruejos, donde convivían héroes y villanos, se abrazaban animales domésticos con reyes de la selva y así hasta un sinfín de vestimentas que, con mayor o menor fortuna, han hecho que los turistas que paseaban por la zona monumental a esa hora, se sorprendieran con la imaginación y la celebración.

Es un reclamo más para que los visitantes puedan ver cómo se las gastan de bien los universitarios de Salamanca.
Solo tiene que coincidir su visita con el jueves más próximo a las celebraciones de las facultades.





















