El precio de los huevos se ha disparado en el último año, convirtiéndose en un producto cada vez más caro en la cesta de la compra. Según la OCU, la docena de huevos de tamaño M ha subido casi un 30% en los últimos doce meses, un encarecimiento que el sector atribuye a una «tormenta perfecta»: una fuerte demanda, el impacto de la gripe aviar y el aumento generalizado de los costes.
Uno de los principales factores es la gripe aviar, que ya suma once focos en granjas españolas. La variante H5N1, especialmente contagiosa, obliga a sacrificar a todas las aves de una explotación afectada, aunque solo una esté infectada, lo que reduce la oferta, según el diario Información.
A esto se suma el incremento de los costes de producción, especialmente de la energía y el combustible, y la inversión necesaria para adaptar las granjas a sistemas sin jaulas, en línea con las nuevas normativas de bienestar animal.
Desde la organización agraria Asaja, muestran su preocupación y piden al Ministerio de Agricultura que prepare ayudas para los ganaderos afectados y evite el cierre de explotaciones. Por su parte, las patronales del sector, Inprovo y Federovo, aseguran que la situación está bajo control y que en España se aplican los protocolos de bioseguridad más exigentes del mundo.
En cualquier caso, recalcan un mensaje de tranquilidad para el consumidor: el virus de la gripe aviar no se transmite a los humanos a través del consumo de huevos o carne de ave cocinada.





















