Opinión

Reforma del sistema fiscal español

La primera declaración de la renta y del patrimonio al mismo tiempo de la democracia, es del año 78.

Seguiremos paso a paso el método de la Escuela de Salamanca.

1.- Observar:

Es evidente que el actual Sistema Fiscal Español, parte heredado de la dictadura, hace aguas por los cuatro costados y tiene más agujeros que un queso, provocando unas brechas territoriales e intergeneracionales que en tiempos de grandes crisis pueden devolvernos a los peores años del siglo anterior.

Nuestro actual modelo no cumple con ninguno de los tres requisitos básicos de un sistema fiscal moderno que sirva para corregir desigualdades y favorecer el normal desarrollo económico y armónico en un país descentralizado.

No es suficiente, ni justo ni transparente.

No es suficiente, ya que cada año nuestras distintas administraciones caen en continuos ‘déficit’. No es justo ya que la progresividad aprobada en nuestra Constitución no se cumple y muchos son los que se evaden de pagar impuestos bien sea por ‘escaqueo’ o por haberse creado leyes y normas a su favor. Y no es transparente ya que tenemos demasiadas ‘figuras’ fiscales y así es imposible corregir cualquier desviación de los ingresos en un momento dado

2.- Criticar:

Criticamos que desde un Estado centralizado estemos pasando a uno descentralizado sin haber modificado el sistema fiscal y vemos que cada institución hace de su capa un sayo, además de que el dinero opaco al fisco sigue siendo importante, algunos incluso afirman que llega más allá del veinte por ciento. Esto ha hecho que haya diferencias fiscales tremendas entre territorios y que unos ciudadanos -los más ricos- se hayan ido moviendo a Madrid sólo por el hecho de pagar muchos menos impuestos dejando a gran parte de España vaciada sin recursos humanos ni financieros.

Criticamos que se hayan ido creando productos específicos para los grandes patrimonios mientras los más bajos y medios veían crecer sus impuestos, contribuciones, tasas y otras gabelas, bien directamente bien a través de recibos básicos como la luz, el gas, el agua etc.

3.- Proponer:

Proponemos una revisión general del sistema fiscal para que sea igual en todo el territorio nacional y cumplir con la Constitución del 78.

Para que sea suficiente, el déficit anual debe ser cubierto al mes siguiente por una ‘derrama nacional’ proporcional a las bases imponibles de lo que gano (IRPF) o lo que tengo (I. Patrimonio). El incremento de la Deuda Pública es un impuesto injusto a las nuevas generaciones.

Para que sea justo, eliminar la mayoría de los impuestos nacionales, regionales y locales y dejar solamente tres: Por lo que gano (IRPF), por lo que tengo (IP) y por lo que gasto (IVA)

Todos los españoles mayores de dieciocho años tendrán que hacer su declaración anual sobre la renta y el patrimonio conjuntamente ahora que la Agencia Tributaria nos ofrece la mayor parte de nuestros datos. Así se evitaría que muchas personas apenas presenten ingresos, pero han logrado grandes patrimonios sin haber recibido herencias de sus antepasados. Los menores deberán incluirse en las declaraciones de sus progenitores. Si fueran menores con tutores, estos deberán presentar su declaración individualizada.

Crear una agencia fiscal independiente de las instituciones controlada por el parlamento para que se encargue de la recaudación y un número especial anónimo para denunciar a los defraudadores como ahora se hace con los maltratadores. Impedir la movilidad de los inspectores fiscales al sector privado, verdadera lacra para nuestro Sistema Fiscal.

Este nuevo sistema fiscal debiera ser debatido por los inspectores de Hacienda -como sería ahora en el XXXV congreso nacional en Salamanca– pero también por el Colegio de Economistas, universidades e institutos interesados para presentar un libro blanco que serviría de base y debate de nuestros representantes en  nuestro Parlamento.

Ejecutar:

Evidentemente, corresponde a nuestros respectivos gobiernos ejecutar la implantación de este nuevo sistema fiscal simplificado ya sea el gobierno nacional, regional o local.

¿Hablamos?

Por. José Luis Blanco Hernández. Economista colegiado número 419 del Colegio de titulares Mercantiles y Economistas de Salamanca.

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