Muy resumidamente podemos decir que los Derechos Humanos son el contenido concreto de eso que denominamos dignidad, un valor que los seres humanos nos hemos conferido a nosotros mismos para salir de la barbarie y dirigir, de acuerdo con unos valores compartidos, la convivencia social y entre naciones. Este es el ideal que señala el horizonte al que se quiere llegar.
Fueron proclamados solemnemente por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948, pero no gozaron de unanimidad (hubo 8 abstenciones) y se criticó que no se definiera ningún medio concreto para defender estos derechos, que quedaban así al albur de los poderes políticos concretos, como es bien visible en el mundo de hoy.
En 1966 la Asamblea General de la ONU proclamó el Pacto Internacional para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), que forma parte de la Carta Internacional de DDHH junto con la Declaración de 1948, y tiene por tanto el mismo rango que ella. Entró en vigor el 3 de enero de 1976 y en 2008 se habían adherido 160 países; desde 2013 los ahí enunciados son derechos subjetivos exigibles (es decir, no graciables) ante el comité internacional, cuyos dictámenes han de ser aceptados por los países parte del convenio.
Otras muchas declaraciones específicas se han ido añadiendo a lo largo de los años completando un panorama garantista que se quiere universal y válido para todos los rincones del planeta, a pesar de su evidente aroma eurocéntrico y occidental (lo que dará lugar a nuevos debates sobre lo adecuado de esta concepción en culturas muy distintas a las occidentales). Son tratados internacionales firmados por una gran mayoría de los países del mundo en el marco de la ONU, que han venido conformando un cuerpo de derechos, los denominados Derechos Humanos, internacionalmente reconocidos (Derecho Internacional de los Derechos Humanos), que suelen agruparse en tres grandes epígrafes:
a) Derechos de primera generación (“Libertad”): Son los derechos civiles y políticos (libertad de asociación, expresión, de sufragio, derecho a un juicio justo, a la integridad personal…).Son los más antiguamente reconocidos, ya desde fines del siglo XVIII, y declarados con carácter universal por la Asamblea General de la ONU en 1948.
b) Derechos de segunda generación (“Igualdad”): Son los derechos económicos, sociales y culturales –DESC- (salud, educación, vivienda, seguridad social, empleo, seguro desempleo, de afiliación sindical…), que se proclamaron en el citado Pacto Internacional de 1966. Se trata de unos derechos universales que no admiten discriminación alguna. Se entiende que su implantación ha de ser necesariamente gradual, según la situación de partida de cada país firmante.
c) Derechos de tercera generación (“Fraternidad”): Llamados también derechos de solidaridad, consolidados en los años 1980, y que son aquellos que formulan los grandes objetivos que requieren la colaboración internacional, como el derecho a la paz, al medio ambiente sano, al crecimiento sostenible o a la difusión de los conocimientos científicos y tecnológicos capaces de acabar con el hambre o de combatir la enfermedad. Pretenden promover el progreso social de la humanidad. La crisis climática o la escasez de agua potable han llevado estos derechos a la primera página de los medios de comunicación y de las preocupaciones sociales.
Se puede afirmar que hoy por hoy los derechos humanos no se respetan completamente en ningún lugar del mundo. Las situaciones, desde luego, son muy diversas y no se puede comparar la de las democracias plenas con la que viven las poblaciones sometidas a regímenes autoritarios o directamente despóticos, que por definición niegan los DDHH y combaten a las organizaciones y personas que los defienden.
Lo cierto es que se respetan más o menos dependiendo de las circunstancias y de los contextos, de la fuerza de la democracia y de las exigencias y luchas de los ciudadanos, así como de las tradiciones culturales y de la historia recorrida por cada cual. Nosotros desde aquí queremos contribuir a la difusión de esa idea de “humanidad compartida” que rezuman las declaraciones y a denunciar los graves atropellos que se producen en cualquier parte del mundo.
Por. Guillermo Castán Lanaspa. Defensor de los Derechos Humanos.
Guillermo Castán Lanaspa, pertenece a un grupo intergeneracional de defensores de los Derechos Humanos que informa y denuncia los atropellos que se cometen en cualquier parte del mundo.






















