Iberdrola, el accionista mayoritario de la central nuclear de Almaraz, ha reafirmado este martes su «compromiso» para extender la actividad de la planta más allá de la fecha de cierre fijada para 2028.
Según fuentes de la compañía consultadas por RTVE, así se ha trasladado en la junta de administradores de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT). En la reunión, los tres socios (Iberdrola, Endesa y Naturgy) han avanzado en la fórmula para presentar «cuanto antes» una petición conjunta de continuidad al Ministerio de Transición Ecológica.
Si la medida prospera en la asamblea de socios, las empresas deberán enviar la documentación necesaria al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) antes del 1 de noviembre. Este plazo es crucial, ya que el CSN debe evaluar la solicitud relativa al reactor 1, cuyo permiso de explotación actual caduca en noviembre de 2027.
La prórroga de la central lleva meses en el aire. El pasado junio, Iberdrola y Endesa enviaron una carta al Ministerio que fue interpretada por el Ejecutivo como una mera declaración de intenciones, y no como una petición formal. El Gobierno consideró que la misiva estaba condicionada a un cambio del marco normativo y no garantizaba sus «líneas rojas»: seguridad, garantía de suministro y que no suponga un mayor coste para los ciudadanos.
Sobre la mesa parece haber una «miniprórroga» de tres años, extendiendo la vida de Almaraz hasta 2030, una opción sugerida este lunes por el presidente de Naturgy, Francisco Reynés.
Sin embargo, persiste un problema de fondo: las eléctricas reclaman una rebaja fiscal. Concretamente, exigen una reducción de impuestos y de la ‘Tasa Enresa’, destinada a pagar la gestión de los residuos radiactivos y el futuro desmantelamiento de las plantas.
Según el calendario pactado en 2019 entre las empresas y Enresa, el cierre de las nucleares españolas está previsto entre 2027 y 2035. Si no hay cambios, Almaraz I será la primera en desconectarse en 2027.





















