Hace 89 años que fueron fusilados en el paredón del cementerio San Carlos Borromeo. La Guerra Civil llevaba unos meses, incluso muchos pensaban en aquel otoño del 36 que quizá terminaría pronto la reyerta…
No fue así. Hay quién dice que por Salamanca no pasó la guerra. Pasó y fue muy dura. Aquí no hubo batallas, pero sí fusilamientos.
Este 23 de octubre la asociación Salamanca Memoria y Justicia recuerda a 15 hombres que antes de las 6.05 de este miércoles hace 89 años tenían vida, familia, trabajo, amigos, sueños… y que la sinrazón hizo que lo último que vieran fuera el paredón del cementerio de San Carlos Borromeo.
Isabel Allende escribe en Eva Luna: «La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan».
Este miércoles voces jóvenes los han nombrado y han contado un poco de su biografía. Así, de esta manera tan natural, el homenaje ha sido más que un recuerdo.
Fusilados el 23 de octubre de 1936
Todos tuvieron Consejo de Guerra. La misma causa, Auxilio a la rebelión. «¿Quiénes fueron los que se rebelaron contra un Gobierno legítimamente elegido en las urnas?», preguntan desde la asociación.
Maximino Benito de San Guillermo
Tenía 22 años. Soltero, hijo de José Antonio Benito Gómez y Escolástica de San Guillermo. Profesión, jornalero y militar. Natural de Cabrillas (Salamanca). Pertenecía a la Federación de Trabajadores de la Tierra. Acusado de «Manifestaciones tendenciosas contra el Golpe Militar» y tentativa de deserción al Ejército republicano. Detenido en un principio en el Calabozo del Regimiento de Infantería de La Victoria nº28 de Salamanca, y posteriormente en la Cárcel Provincial de Salamanca.
José Celso Escanilla Simón
Tenía 31 años. Casado con Ángeles Santos. Maestro nacional de Bogajo. Natural de Ciudad Rodrigo (Salamanca). Alcalde de Bogajo (Salamanca).
Acusado de tener una radio en su casa, que ponía a gran volumen para que se escuchase en la calle, tenencia de una escopeta y folletos «subversivos», relacionados con la República. Detenido por miembros de Falange de Vitigudino. Ingresado en la Prisión Provincial de Salamanca.
Juan Laureano Hernández Hernández
Tenía 39 años. Casado y con tres hijos. Lechero. Natural de Villares de Yeltes (Salamanca). Vivía en Villavieja de Yeltes (Salamanca) Concejal del Ayuntamiento de Villavieja de Yeltes. Pertenecía a la Casa del Pueblo. Acusado de recoger las armas de la gente de derechas del pueblo y de intentar coger las de la Guardia Civil al producirse el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Ingresado en le Prisión Provincial de Salamanca.
Eliseo Martín Estévez
Tenía 37 años. Casado con Carmen. Profesión: Jornalero. Natural de Bogajo (Salamanca). Secretario de la Casa del Pueblo. Acusado de tener en su casa una pistola, que se demostró que no era suya y poseer libros y folletos «subversivos», relacionados con la República. Estuvo huido del pueblo hasta el 3 de agosto, que fue detenido por la Guardia Civil, e ingresado en la Prisión de Partido de Vitigudino, para posteriormente ser traído a la Cárcel Provincial de Salamanca.
Cristino Bartolomé Martínez Muriel
Tenía 27 años. Soltero, hijo de Hermógenes Martínez Hernández y Paula Muriel Sánchez. De profesión jornalero. Natural de Retortillo (Salamanca).
Vicesecretario de la Casa del Pueblo. Acusado de perturbar el orden público, por decretar la huelga de trabajadores en Vitigudino el 19 de julio de 1936. Estuvo durante un tiempo huído, fue detenido por Falangistas, e ingresado en un principio en la Prisión del Partido de Vitigudino, y posteriormente fue traído a la Cárcel Provincial de Salamanca.
Anibal Mateos López
Tenía 49 años. Casado. Tenía cinco hijos. De profesión cantero. Natural de Villavieja de Yeltes (Salamanca). Concejal del Ayuntamiento de Villavieja de Yeltes. Acusado de recoger armas de la gente de derechas, e intentar coger las existentes en el Cuartel de la Guardia Civil, al producirse el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
Miguel Mellado de Castro
Tenía 29 años. Casado con Plácida Santos Sánchez. Tenía cuatro hijos. Profesión, albañil. Natural de Salamanca. Pertenecía a la Casa del Pueblo de Salamanca y a UGT. Detenido por miembros de la Comisaría, realizan un registro en su domicilio, encontrando una camisa roja, una bandera socialista, documentos de ideología socialista y un cuchillo. Acusado de «elemento peligroso». Ingresado en la Prisión Provincial de Salamanca.
Celso Moro Hernández
Tenía 28 años. Soltero, hijo de Nicolás Moro Calderón y Margarita Hernández Cavero. Profesión: Obrero agrícola. Natural de Cerralbo (Salamanca). Vivía en Retortillo (Salamanca), de donde era presidente de la Casa del Pueblo. Acusado de perturbar el orden público, por decretar la huelga de trabajadores de Retortillo el 19 de julio de 1936. Estuvo huido durante un tiempo, fue detenido por falangistas e ingresado en la Prisión de Partido de Vitigudino (Salamanca), para posteriormente ser llevado a la Cárcel Provincial de Salamanca.
Máximo Muriel Blanco
Tenía 26 años. Soltero, hijo de Aniano Muriel Sánchez y Mª del Rosario Blanco Seco. Profesión, jornalero. Natural de Retortillo (Salamanca).
Pertenecía a la Casa del Pueblo. Vocal 2º del Ayuntamiento de Retortillo. Acusado de perturbar el orden público, por decretar la huelga de trabajadores de Retortillo el 19 de julio de 1936. Estuvo huído durante un tiempo, fue detenido por falangistas e ingresado en la Prisión de Partido de Vitigudino, para posteriormente ser llevado a la Cárcel Provincial de Salamanca.
Francisco Pereña Melgar
Tenía 29 años. Soltero, hijo de José Vicente Pereña Rubio y Martina Melgar Hernández. Profesión, zapatero. Natural de Villavieja de Yeltes (Salamanca). Perteneció a las Juventudes Marxistas Unificadas. Acusado de tener escondida una bomba de 2 Kg, que le había entregado para que la escondiera un vecino de profesión cantero, utilizada para realizar su trabajo. Es detenido, y llevado a la Cárcel de Partido de Vitigudino, para posteriormente ser ingresado en la Cárcel Provincial de Salamanca.
Francisco Regazas Zúñiga
Tenía 31 años. Casado con Eloína Moro Bernal. Era padre de cuatro hijos. Profesión, cantero. Natural de Villavieja de Yeltes (Salamanca). Pertenecía a la Casa del Pueblo de Villavieja de Yeltes. Acusado de recoger armas de la gente de derechas,e intentar coger las existentes en el Cuartel de la Guardia Civil, al producirse el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Es detenido y llevado a la Cárcel de Partido de Vitigudino, para posteriormente ser ingresado en la Cárcel Provincial de Salamanca.
Manuel Vaquero Rubio
Tenía 54 años. Casado con Remedios Sevillano. Era padre de cuatro hijos. Profesión, jornalero. Natural de Villavieja de Yeltes (Salamanca).
Alcalde de Villavieja de Yeltes. Acusado de recoger armas de la gente de derechas, e intentar coger las existentes en el Cuartel de la Guardia Civil, al producirse el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Es detenido y llevado a la Cárcel de Partido de Vitigudino, para posteriormente ser ingresado en la Cárcel Provincial de Salamanca.
Martín Vázquez Martín
TEnía 44 años. Casado con María Amalia Frías Julita. Padre de tres hijos. Profesión, herrero. Natural de Linares de Riofrío (Salamanca). Vivía en Villavieja de Yeltes (Salamanca). Acusado de recoger armas de la gente de derechas, e intentar coger las existentes en el Cuartel de la Guardia Civil, al producirse el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Es detenido y llevado a la Cárcel de Partido de Vitigudino, para posteriormente ser ingresado en la Cárcel Provincial de Salamanca.
Enrique Vicente Baldión
Tenía 24 años. Soltero. Hijo de Enrique Vicente Iza y Antonia Baldión Castellano. Profesión, electricista. Natural de Salamanca. Militarizado al producirse el Golpe de Estado. Acusado de espionaje, por el hecho de estar trabajando en el Aeródromo de San Fernando, y poder informar de los movimientos de aviones que allí se producían. No pudieron demostrar esta falsa acusación. Ingresó en la Prisión Militar, antiguo Convento de las Comendadoras de Santiago.
Enrique Vicente Iza, ‘Mezquita’
Tenía 51 años. Casado con Antonia Baldión Castellano. Era padre de hijos. Profesión, electricista. Natural de Salamanca. Pertenecía a la Casa del Pueblo de Salamanca. Militarizado al producirse el Golpe de Estado. Acusado de espionaje, nunca pudieron demostrar esta falsa acusación. Ingresó en la Prisión Militar, antiguo Convento de las Comendadoras de Santiago.
Este mismo día, pero en Granada, es asesinado Salvador Vila Hernández, salmantino, alumno predilecto de Miguel de Unamuno y rector de la Universidad de Granada, casado con María Gerda Leimdörfer. Tenía un hijo. Su cuerpo, junto al de otras 28 personas, fue arrojado a una fosa común en el Barranco de Viznar (Granada).





















