La tensión entre el Gobierno y Junts per Catalunya se ha disparado. El presidente, Pedro Sánchez, ha respondido este jueves desde Bruselas a la dura amenaza lanzada el día anterior por sus socios de investidura, que avisaron de que «quizás es la hora del cambio».
En una réplica tajante, Sánchez ha advertido que ese cambio puede ser «para avanzar o para involucionar». «Puede ser para regresar una hora, como decía la portavoz de Junts, o 50 años atrás», afirmó el presidente.
El origen: el ultimátum de Junts en el Congreso
El enfrentamiento estalló este miércoles en la sesión de control al Gobierno. La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, cuestionó duramente a Sánchez, asegurando que a la gente «no le sirve» que «se envuelva en la bandera palestina» o hable del «cambio horario».
«La gente está hasta las narices de que su dinero vaya a pagar financiación ilegal de partidos, rescaten a estrellas de la flotilla, o la prostitución», espetó Nogueras. «Luego dirán que viene la derecha y es culpa nuestra», concluyó, lanzando el aviso de que «quizás hay que dejar de hablar del cambio de hora y empezar a hablar de la hora del cambio».
La respuesta del Gobierno: defensa y petición de tiempo
Aunque en el Congreso Sánchez evitó el choque directo, 24 horas después ha defendido su gestión. «A Cataluña y a España le sienta bien este gobierno de coalición», aseguró, contraponiéndolo a la «involución que plantean PP y Vox».
Sánchez reconoció que hay acuerdos pendientes con Junts que no avanzan al ritmo deseado, como los relativos a la migración o las lenguas cooficiales. Explicó, sin embargo, que «no dependen exclusivamente del Gobierno de España» y que «exigen tiempo, dedicación y esfuerzos». «Este es un Gobierno que aspira a cumplir sus compromisos», zanjó.
Moncloa rebaja la tensión, Junts prepara su decisión
El órdago de Junts coincide con la convocatoria de Carles Puigdemont a la cúpula de su partido el próximo lunes en Perpiñán (Francia) para analizar los «incumplimientos» del Gobierno. Según informa ‘El Confidencial’, Junts podría dar un ultimátum a Sánchez: o se ven avances la próxima semana o pedirán elecciones.
A pesar de la gravedad de la amenaza, fuentes de Moncloa han intentado rebajar la tensión, asegurando que tienen «máxima tranquilidad» y que «es menos de lo que parece». Insisten en que la reunión de Junts «estaba prevista» y que mantienen la colaboración, aunque lamentan que sus socios «hayan caído en el marco del PP».
La oposición ve a Sánchez en «agonía»
Mientras tanto, la oposición observa la crisis de la coalición. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado desde Bruselas la situación de Sánchez de «agónica» y ha animado a Junts a «tomar sus propias decisiones».
Feijóo sostiene que Sánchez «pide tiempo para prolongar la agonía de su mandato» y ha reiterado que «esta legislatura nunca debió haber comenzado». Sin embargo, no se ha pronunciado sobre la posibilidad de pactar una moción de censura con el partido de Puigdemont.
Quien sí se ha mostrado abierto a esta aritmética es Vox. El partido de Santiago Abascal ya planteó el pasado septiembre la posibilidad de sumar sus votos a los de Junts si el objetivo es desalojar a Sánchez del poder.





















