Este fin de semana toca cambiar los relojes para adaptarnos al horario de invierno. La modificación se producirá en la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre de 2025.
A las 03:00 de la madrugada, los relojes deberán atrasarse una hora, volviendo a marcar las 02:00.
La consecuencia inmediata es que este domingo será, oficialmente, el día más largo del año, con 25 horas de duración. En resumen: dormiremos una hora más. En las Islas Canarias, el cambio se producirá una hora antes; allí, las 02:00 pasarán a ser la 01:00.
Este ajuste horario no es una sorpresa, ya que está regulado por una Orden Ministerial que fija el calendario de cambios hasta el año 2026. El horario de invierno que estrenamos este fin de semana se mantendrá vigente hasta el 29 de marzo de 2026.
El debate: ¿Qué horario es mejor para la salud?
Aunque el cambio de hora se implantó de forma definitiva en España en 1974, el debate sobre su idoneidad sigue abierto. La Sociedad Española de Sueño (SES) mantiene una postura clara: lo más conveniente para la salud sería establecer un horario fijo durante todo el año.
Concretamente, los expertos en sueño defienden que España debería adoptar el horario de invierno (el que comenzamos ahora) de forma permanente. Argumentan que este horario permite una mayor exposición a la luz solar durante la jornada laboral y escolar más habitual, lo que ayudaría a reducir trastornos del sueño, especialmente en niños y personas mayores.
La otra opción, mantener el horario de verano todo el año, presentaría inconvenientes significativos: en invierno, en puntos del oeste peninsular no amanecería hasta cerca de las 9:30 horas, mientras que en verano anochecería más allá de las 22:00.
