Salamanca se lo pasó de lujo con Beethoven

“Tienen mucha suerte de tener una orquesta como la del Liceo y unos músicos tan buenos en Salamanca”. Así, se presentó Iván Martín, uno de los mejores pianistas de nuestro país que se pasó por la capital para interpretar a Beethoven y dirigir la Orquesta Clásica del Teatro Liceo. ¡Vaya si lo hizo!

Todo sumo a favor.

Beethoven interpretó y dirigió el concierto para piano nº1 op.15 en 1800. Dos siglos y pico después, y en Salamanca Iván Martín dirigió a los músicos con el cuerpo, las manos, los ojos… La partitura del joven Beethoven fue aplaudida con entusiasmo por público salmantino con entusiasmo. Ávido de escuchar música clásica y si es con calidad, como la que se disfrutó el lunes, mejor. Un lujo.

Los ideólogos del programa escogieron tres momentos vitales de Beethoven que supieron a poco a los presentes a juzgar por la ovación con la que agradecieron el trabajo exquisito de los músicos en el escenario. Afinación perfecta.

La velada se abrió con la Obertura Egmont op 84, escrita por el genio alemán entre 1809 y 1810.

Continuó con el concierto para piano. Aquí Iván además de dirigir a sus compañeros y amigos, se marcó un solo que erizó el bello a los presentes. Más aplausos.

Después de una pausa para sosegar al espíritu ante tanta emoción… la Sinfonía nº 1 op.21. Beethoven la escribió en un momento de transición entre el clasicismo vienés tardío y los albores del romanticismo. Con esta obra, el compositor alemán parece darle las gracias a los maestros que le precedieron y les dice adiós… está a punto de idear la Heroica.

A través de estas tres obras se pretendía que el público se acercara a los ideales de la Ilustración: libertad, igualdad y fraternidad, movimiento cultural del que bebió y en el que vivió Beethoven.

Durante dos horas, Salamanca defendió con aplausos y asistencia la necesidad de tener y mantener una orquesta de músicos profesionales como la del Liceo.