El Supremo le echa un cable al Pequeño Nicolás

Rebaja de tres años y cinco meses a dos años la condena por hacerse pasar por agente del CNI al mediar en una compraventa
El pequeño Nicolás. (Archivo)

El Tribunal Supremo ha ratificado una de las condenas impuestas a Francisco Nicolás Gómez Iglesias, mediáticamente conocido como el «Pequeño Nicolás», por un caso de engaño y falsificación.

El Alto Tribunal le impone finalmente dos años de prisión por un delito continuado de falsedad documental. Esta pena es inferior a los tres años y cinco meses iniciales, ya que el Supremo decidió absolverle del delito de usurpación de funciones que se le había impuesto previamente.

Falsificación y engaño a un empresario

La condena en firme se debe a la elaboración de documentos falsos que el acusado atribuía a altos organismos del Estado, aunque el Supremo aplica la atenuante de dilaciones indebidas.

El caso se remonta a octubre de 2014, cuando el Pequeño Nicolás intentó engañar al empresario Javier Martínez de la Hidalga en el contexto de una compraventa en Toledo.

Aunque el caso se juzgó por un presunto engaño al empresario, la Sala de lo Penal se centró en los incidentes ocurridos en una sucursal bancaria. Gómez Iglesias se presentó como un cargo del Gobierno ante el director del banco y, al intentar ayudar a un cliente con un problema de Hacienda, simuló una conversación telefónica con la entonces vicepresidenta del Gobierno para presionar y evadir la normativa de blanqueo de capitales.

Cuando el director le pidió el DNI y un justificante de actividad, Gómez Iglesias se identificó falsamente como agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Usurpación vs. simulación

El Supremo aclaró que, si bien el acusado simuló tener influencia como agente de inteligencia, esto no constituye el delito de usurpación de funciones. El tribunal argumenta que simular una influencia —aunque es un comportamiento «reprochable»— no es lo mismo que simular las funciones de un cargo o funcionario público.

Segundo fallo firme en contra

Esta es la segunda condena en firme contra el Pequeño Nicolás, que ya fue sentenciado a un año y nueve meses por falsificar un DNI en 2012 para que un amigo hiciera el examen de selectividad en su nombre.

Por otro lado, el Supremo ya le absolvió previamente de otra condena de tres años por hacerse pasar por un cargo de Casa Real y la Vicepresidencia en un viaje a Ribadeo (Lugo).

Aún quedan dos recursos pendientes en el Alto Tribunal contra otras condenas por hechos similares.

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